Subirás desde Funchal hasta los picos salvajes de Pico do Arieiro, caminarás por antiguos bosques de laurisilva hasta el mirador de Balcões, conocerás a los vecinos en las casas de cuento de Santana y probarás ron tradicional en Porto da Cruz — todo acompañado por un guía local que conoce cada atajo y historia. Un día en Madeira que recordarás siempre.
Apenas salimos de Funchal cuando nuestro conductor João empezó a contarnos sobre el pan favorito de su abuela — incluso nos señaló la panadería mientras subíamos hacia Pico do Arieiro. La carretera se elevaba rápido, con nubes bajas deslizándose entre los pinos. Arriba, recuerdo el viento cortante atravesando mi chaqueta y cómo todos nos quedamos en silencio un momento, mirando esas crestas salvajes que caían a ambos lados. Era como estar al borde de algo mucho más grande que un simple mirador.
Nunca había escuchado pájaros como los del bosque de Laurissilva — sus cantos agudos resonaban entre los troncos cubiertos de musgo mientras caminábamos por la levada dos Balcões. Nuestra guía Ana se detuvo para mostrarnos pequeñas orquídeas que crecían en la piedra húmeda. Nos contó que este bosque existe desde antes de que nadie pisara Madeira. Intenté imaginarlo mientras respiraba ese aire frío y veía las nubes pasar bajo nosotros en el mirador de Balcões. La palabra “excursión Madeira” me vino a la cabeza porque, sinceramente, no se parecía a ninguna excursión que haya hecho antes.
Después fuimos a Santana — esas casas de techo de paja son más pequeñas de lo que imaginas, casi como juguetes. Una mujer llamada Doña María nos saludó desde su jardín; Ana habló con ella en portugués rapidísimo (yo entendí dos palabras). Probamos bolo do caco recién hecho en un puesto al borde de la carretera, con ajo y una textura increíble. Luego llegamos a Porto da Cruz para el ron — un aroma dulce en el aire, barriles apilados tras un cristal. Intenté decir “aguardente” bien, pero Li se rió (seguro lo dije fatal). La última parada fue Ponta de São Lourenço: acantilados volcánicos rojos y negros contra un mar azul intenso. El viento soplaba tan fuerte que casi me vuela el sombrero. A veces, cuando estoy atrapado en el tráfico en casa, sigo pensando en esa vista.
El tour incluye varias paradas y suele durar todo el día, desde la recogida por la mañana hasta la vuelta por la tarde.
Sí, la recogida y el regreso son gratuitos desde el centro de Funchal o cerca del puerto.
Visitarás Pico do Arieiro, el bosque de Laurissilva (levada dos Balcões), el pueblo de Santana, la destilería de ron en Porto da Cruz y Ponta de São Lourenço.
No hay almuerzo formal incluido, pero hay paradas donde puedes comprar snacks locales como el bolo do caco.
Sí, cuentan con sillas especiales para bebés y es apto para todos los niveles de condición física.
Sí, un guía profesional local te acompañará durante todo el día.
La visita a la destilería de ron está incluida; las compras de comida son opcionales y por cuenta propia.
Usa calzado cómodo y lleva una chaqueta, ya que el clima cambia rápido en altitudes como Pico do Arieiro.
Tu día incluye recogida y regreso gratis desde el centro de Funchal o cerca del puerto, guía local profesional en cada parada, instrucciones de seguridad con primeros auxilios disponibles, vehículos desinfectados con Wi-Fi a bordo, gel hidroalcohólico para las manos, todos los impuestos y seguros locales según la ley portuguesa — y si viajas con niños pequeños, también tienen sillas para bebés listas.
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