Disfruta de los baños termales iluminados bajo el cielo nocturno de Furnas, prueba el cozido cocinado en volcán con entrantes y postre regionales, y recorre senderos humeantes con un guía local que conoce cada historia. La recogida está incluida para que solo te relajes en el calor—y no olvides un bañador viejo para esas aguas ricas en hierro.
No esperaba que el aire oliera a tierra y a algo ligeramente metálico cuando salimos esa noche a Furnas. Nuestro guía, Tiago, sonrió ante mi duda—dijo que uno se acostumbra al azufre con el tiempo, aunque no sé si yo lo logré. El vapor de las caldeiras nos envolvía los pies mientras él explicaba que el pueblo vibra por el volcán que tiene debajo. Era una paz extraña, como si la tierra respirara.
Nos adentramos en la oscuridad hacia Poça da Dona Beija, y la verdad, nunca había nadado de noche—y menos en aguas calentadas por un volcán. Las piscinas brillaban con luz naranja de las lámparas, y se escuchaba un susurro constante. Meterse en el manantial era como hundirse en terciopelo tibio (aunque mi bañador viejo quedó con manchas oxidadas). Cerré los ojos y solo escuchaba risas suaves en portugués a mi alrededor. Alguien me pasó un trozo de piña—dulce y fresca contra todo ese calor—y por un momento olvidé todo lo demás.
La cena fue en la ladera, donde preparan el famoso cozido das Furnas en esos hoyos humeantes al aire libre. Tiago nos mostró cómo sacan esas enormes ollas del suelo—es casi un espectáculo. El guiso tenía un sabor profundo y terroso; las patatas, casi cremosas por la cocción lenta. Li intentó decir “obrigado” pero lo dijo al revés—todos se rieron, incluido el camarero que nos trajo unas pequeñas queijadas de postre. Aún recuerdo esa comida cuando llueve en casa.
Sí, la recogida y regreso dentro de la ciudad de Ponta Delgada están incluidos.
Lo mejor es un bañador oscuro o viejo por el agua rica en hierro; lleva chanclas y una toalla.
Sí, la cena incluye entrantes regionales, cozido das Furnas, postre (piña o queijadas) y café o té.
Se pueden pedir comidas vegetarianas con antelación; solo avísalo antes.
El trayecto suele durar entre 40 y 50 minutos por trayecto.
Sí; los bebés pueden ir en carrito o sentados en el regazo de un adulto. Hay asientos especiales para bebés.
Vístete en capas y lleva un suéter o chaqueta ligera; el clima cambia rápido entre noviembre y marzo.
Las embarazadas deben consultar con su médico antes de usar las piscinas termales.
Tu noche incluye recogida y regreso en hotel dentro de Ponta Delgada, transporte guiado en vehículo con aire acondicionado y conductor local, entrada a las termas de Poça da Dona Beija para tu baño nocturno, cena completa con entrantes regionales, cozido cocinado en volcán, postre y café o té—todo antes de volver bajo el cielo estrellado de las Azores.
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