Recorrerás el Lago Titicaca en bote desde Puno, conocerás a los isleños Uros, compartirás comidas caseras con una familia en Amantani y verás el atardecer desde templos ancestrales. Dormirás en casa local y descubrirás las tradiciones textiles de Taquile antes de volver en ferry. No es solo turismo, es vivir el día a día de otra gente por un rato.
¿Alguna vez te has preguntado cómo es despertar en un lugar donde no se escucha ni un solo coche? Así fue mi primera mañana en la isla Amantani. La noche anterior, nuestro guía Julio nos esperaba en el muelle de Puno — ya se sabía los nombres de todos cuando llegamos a las islas flotantes de los Uros. El viaje en bote fue lento, pero en ese buen sentido; podía oler el lago (una mezcla de juncos húmedos y bloqueador solar) y veía a las mujeres con faldas coloridas saludarnos al atracar. Una de ellas me ofreció un tallo de totora para probar — dulce y con sabor a hierba, nada que esperaba. Intenté decir “gracias” en aymara, pero solo logré sacar risas.
La palabra clave aquí es Lago Titicaca, pero la verdad es que no se sentía como un lugar “principal” — más bien como un mosaico de personas viviendo su día a día entre agua y roca. En Amantani, la familia que nos recibió nos ofreció una sopa tan caliente que casi me quemo la lengua (valió la pena). La casa era sencilla pero impecable; mi habitación tenía una manta gruesa que olía a leña. Después de almorzar, subí por un sendero de tierra hacia el templo de la Pachamama con otros viajeros. El aire se sentía más liviano de lo normal — ¿serían los nervios o la altura? El atardecer desde allí pintaba todo de dorado, casi irreal. Nuestra anfitriona nos vistió con ropa tradicional para un baile por la noche; seguro que me veía ridículo, pero a nadie le importó.
Al día siguiente, cruzamos a la isla Taquile, donde los hombres tejían gorros bajo los eucaliptos (sí, hombres). Julio nos contó que cada patrón tiene un significado sobre la vida o la familia. Almorzamos trucha junto a la orilla mientras pasaban ovejas, y luego regresamos a Puno. El motor del bote dio un pequeño fallo y todos nos reímos; por un momento parecía que podríamos quedarnos flotando para siempre entre estas islas. Aún ahora, semanas después, sigo recordando esa luz tranquila de la mañana en el lago — ¿sabes a qué me refiero?
Es un tour de 2 días con una noche en la isla Amantani.
Sí, pasarás la noche con una familia local en una habitación privada.
Incluye almuerzo y cena el primer día y desayuno el segundo; el almuerzo en Taquile es aparte (20 soles).
Sí, el traslado de ida y vuelta desde hoteles en el centro de Puno está incluido.
Sí, durante las comidas incluidas hay opciones vegetarianas disponibles.
El guía local es bilingüe (español e inglés).
Compartirás comidas con la familia anfitriona, caminarás a templos incas para ver el atardecer y participarás en un baile folclórico por la noche.
Es recomendable llevar efectivo para comprar artesanías o pagar actividades opcionales o almuerzos no incluidos (como el de Taquile).
Tu viaje incluye traslado desde hoteles en el centro de Puno, entradas a las islas flotantes Uros, Amantani y Taquile, guía local bilingüe durante los dos días, tres comidas caseras (almuerzo y cena en Amantani más desayuno), una noche en casa de familia con habitación privada en Amantani, y transporte en ferry de ida y vuelta entre las islas y regreso al centro de Puno.
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