Recorrerás senderos de molinos en Zaanse Schans, probarás quesos frescos cerca de Edam, disfrutarás de pescado frito en el animado puerto de Volendam y acabarás entre las casas de madera de Marken, todo con guía local y traslados cómodos desde Ámsterdam. Prepárate para pequeñas sorpresas: risas con el holandés torpe o silencios solo interrumpidos por gaviotas.
Lo primero que noté al bajar del autobús en Zaanse Schans fue el olor: una mezcla dulce y fresca, como hierba recién cortada con un toque de algo horneándose. Los molinos no eran solo decorativos; se oía el crujido constante de sus aspas girando. Nuestro guía, Pieter, nos llamó hacia un taller donde una mujer con zuecos azules pintaba a mano. Intenté seguir su holandés, pero al final me rendí y me quedé observando su sonrisa. Allí parecía que el tiempo iba más despacio, aunque acabábamos de salir de Ámsterdam hacía menos de una hora.
Edam estaba más tranquilo de lo que esperaba. Caminamos por calles empedradas que parecían sacadas de un cuadro antiguo, salvo por el repartidor en bici que casi me roza el codo (se rió y pidió disculpas en holandés). En la plaza del antiguo mercado de quesos, Pieter nos contó cómo los granjeros regateaban allí mismo por ruedas de queso. Más tarde, en la quesería cerca de Volendam, el dueño me ofreció un trozo de Gouda tan fresco que casi chirriaba al morderlo. Intenté pronunciar “klompen” (zuecos) y Li se rió de mí. Seguro que lo dije fatal.
El puerto de Volendam estaba animado pero sin prisas. Las gaviotas graznaban mientras los locales hacían cola para comprar kibbeling frito en un puestito que olía a sal y masa. Tuvimos tiempo libre; me senté en un banco a ver los barcos mecerse y me pregunté si a la gente de aquí alguna vez le cansa esa vista. Marken fue nuestra última parada: un pueblito con casas verdes de madera y jardines llenos de tulipanes, aunque ya lloviznaba. Hubo un momento en Marken en que todo estaba en silencio salvo el sonido de nuestros pasos sobre las tablas mojadas; aún recuerdo esa calma.
La excursión dura todo el día, incluyendo el traslado desde Ámsterdam y las paradas en cada lugar.
No incluye almuerzo fijo, pero podrás probar snacks locales como arenque o kibbeling durante el tiempo libre en Volendam.
Sí, pararemos en una quesería familiar cerca de Volendam para degustaciones y demostraciones.
Sí, el traslado en autobús está incluido durante toda la excursión.
Sí, puedes añadir un crucero de 1 hora con audioguía si eliges esa opción al reservar.
Un guía local profesional te acompaña durante toda la excursión desde Ámsterdam.
Sí, se puede hacer con bebés y niños pequeños en cochecitos o carriolas.
Tu día incluye traslados ida y vuelta en autobús desde Ámsterdam con un guía profesional en cada parada: desde los molinos de Zaanse Schans hasta la cata de quesos cerca de Edam y la demostración en el taller de zuecos fuera de Volendam. Si eliges la opción, también hay un paseo en barco de una hora por los canales del centro de Ámsterdam tras volver de la excursión rural.
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