Esta es tu oportunidad de caminar desde Pokhara, atravesando pueblos y bosques, hasta el Annapurna Base Camp acompañado por un guía local. Prepárate para subidas exigentes, casas de té acogedoras, amaneceres sobre picos del Himalaya y un baño en aguas termales naturales antes de regresar — momentos que recordarás mucho después de limpiar tus botas.
“Aquí querrás tomarte tu tiempo,” nos dijo Raj, nuestro guía, mientras parábamos a recuperar el aliento en las escaleras de piedra sobre Chhomrong. Podía oler el humo de la leña saliendo de la cocina de una casa de té, y en algún lugar un gallo cantaba con fuerza — la verdad, agradecí cualquier excusa para detenerme un rato. El primer día de esta ruta al Annapurna Base Camp empezó casi en medio de la acción: mochilas listas en Pokhara, luego un traqueteo en jeep rumbo a Samrung, y antes de darme cuenta, mis botas pisaban el sendero. Había leído sobre la versión “corta” de este trekking, pero no esperaba que mis piernas sintieran cada metro tan intensamente.
El ritmo de los días se volvió extrañamente reconfortante — la luz temprana iluminando los campos en terrazas, el frío agua en la cara al desayunar, y luego horas caminando entre bosques de bambú o pasando por santuarios donde los locales dejaban flores de cempasúchil. Raj señalaba las cumbres por su nombre: Machhapuchhre (que él llamaba Cola de Pez), Gangapurna, Hiunchuli. A veces nos preguntaba cuál era cuál — yo siempre fallaba y él solo se reía. Las comidas solían ser dal bhat o sopa de fideos en pequeñas casas de huéspedes que olían a queroseno y cardamomo. Por la noche nos arropábamos con mantas gruesas y escuchábamos el viento golpear las ventanas.
No esperaba lo intenso que sería llegar al mismo Annapurna Base Camp. Hay un momento en que entras en esa amplia cuenca glaciar — todas esas montañas rodeándote como gigantes silenciosos, la nieve volando en sus crestas. El silencio solo se rompe por el crujir de las botas sobre la escarcha y un “wow” ahogado de alguien (no fui yo, pero casi). Tenía las manos congeladas, pero me quedé quieto intentando absorberlo todo — no estaba seguro de que una foto pudiera capturar esa sensación. A la mañana siguiente vimos el amanecer pintando todo de dorado antes de bajar; piernas cansadas pero el corazón lleno.
La última noche en Jhinu Danda aún la recuerdo bien: sumergido en las aguas termales mientras el vapor se elevaba al atardecer y alguien cantaba suavemente en nepalí cerca. Mis rodillas estaban destrozadas, pero no me importaba — hasta Raj parecía relajado por primera vez. Si buscas una aventura tipo Machu Picchu en Cusco pero más tranquila (y con más dal bhat), este trekking tiene su propia magia.
El trekking es de dificultad media con subidas y bajadas diarias; ayuda estar en buena forma, pero no se requieren habilidades técnicas.
Sí, incluye traslado privado en jeep desde Pokhara al inicio y al final del trekking.
El alojamiento en lodge está incluido cada noche; las comidas se pueden comprar en las casas de huéspedes, pero no siempre están incluidas en el precio.
Ropa en capas para el cambio de clima, botas de trekking resistentes, impermeable, protector solar, pastillas para purificar agua y snacks personales.
Con buena condición física y siguiendo el ritmo y consejos del guía, la mayoría de principiantes lo manejan bien a pesar del ascenso.
Tu viaje incluye recogida privada en jeep desde Pokhara, todos los permisos necesarios para el trekking (ACAP), un guía local experimentado registrado por el gobierno y porteadores con gastos cubiertos durante todo el recorrido, alojamiento en lodge cada noche con acceso a aguas termales en Jhinu Danda cerca del final, seguro de responsabilidad civil, asistencia en rescates de emergencia si es necesario, además de lo esencial para el trekking como mapa y suministros para purificar agua, y el regreso cómodo por carretera a Pokhara.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?