Nadarás en cenotes apartados cerca de Tulum, volarás en tirolesa sobre la selva, remarás en canoas por aguas cristalinas y compartirás un almuerzo tradicional maya en una comunidad local—todo con transporte privado y un guía que conoce a todos por su nombre. Un día que queda grabado mucho después de secarte el último rastro de agua del cenote.
Hay un momento mágico cuando te sumerges en el primer cenote: el agua está tan fría que te hace jadear, pero tan cristalina que ves tus dedos moverse bajo el agua. Nuestro guía, Luis, sonreía mientras me entregaba un snorkel y señalaba pequeños peces que se escondían bajo las formaciones de piedra caliza. Se sentía el olor a tierra húmeda y un aroma floral que todavía no logro identificar. Todo el lugar parecía contener la respiración. Salimos de Tulum hace unos 40 minutos (el traslado fue directo desde nuestro Airbnb, que la verdad nos pareció bastante elegante), pero ya parecía otro mundo.
No soy muy fan de las tirolesas (las alturas no son lo mío), pero de alguna forma todos me convencieron—Luis solo dijo “Te vas a arrepentir si no lo haces.” Así que sí, lo hice. Cuatro veces en total. Las manos me temblaban después de la primera, pero en la última ya gritaba como niño. Se mezclaban risas con el canto de los pájaros entre los árboles. Después remamos en canoas sobre un agua azul y quieta—mi amigo quiso competir con el guía y perdió feo, algo que no va a olvidar jamás.
Lo que más me quedó grabado fue la parada en la aldea maya. Caminamos por jardines donde las mujeres saludaban desde las puertas y los niños corrían descalzos persiguiéndose entre gallinas. El almuerzo se cocinó a leña: pollo envuelto en hojas de plátano y tortillas con un sabor ahumado y suave a la vez. Li se rió cuando intenté decir “gracias” en maya (lo pronuncié fatal). Nadie nos apuró; simplemente nos quedamos ahí, picando fruta hasta no poder más. El día tenía un ritmo tranquilo: podías hacer todo o nada, sin presiones.
Los cenotes están a unos 40 minutos en auto desde Tulum, con traslado privado incluido.
Sí, incluye un almuerzo tradicional preparado en la aldea maya.
No, ninguna actividad es obligatoria; eliges lo que quieres probar a tu ritmo.
Sí, durante el tour se ofrecen bebidas y snacks incluidos.
Todo el equipo de snorkel está incluido en la reserva.
Sí, pueden unirse bebés y niños pequeños; hay cochecitos y asientos especiales disponibles.
Sí, incluye traslado privado desde y hacia tu hotel o casa de alquiler.
Todos los costos de entrada están incluidos en el precio del tour.
Tu día incluye traslado privado desde y hacia tu hotel o casa en Tulum, entradas a cuatro cenotes apartados con todo el equipo (chalecos salvavidas, snorkels), paseo en canoa, cuatro tirolesas si te animas, nado en pozas naturales, además de bebidas y snacks durante el recorrido y un almuerzo casero maya en una aldea cercana antes de regresar.
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