Sentirás la fresca brisa de montaña en Tapalpa mientras cabalgas entre piedras milenarias en Las Piedrotas, pruebas cordero asado en el centro y ves parapentistas despegar desde el mirador La Ceja. Con un guía local que se encarga de todo el transporte y la comida, solo te queda disfrutar cada instante inesperado del camino.
Lo primero que noté fue cómo cambiaba el aire al dejar atrás Guadalajara: en Tapalpa es más fresco, con un aroma a pino que casi se siente dulce. Nuestro guía, Miguel, que nació aquí y nos señaló su antigua escuela en el camino, nos recibió con pan dulce calentito antes de llegar al mirador. Hay un lugar llamado La Ceja donde los parapentistas simplemente corren y saltan al vacío sin miedo; vi despegar a uno y, la verdad, se me encogió el estómago por ellos. Desde ahí, la Laguna de Sayula parecía un espejo plateado y quieto. Era como estar al borde de algo mucho más grande.
Después paseamos por el centro histórico de Tapalpa. Las casas blancas con techos de teja roja no son lujosas, pero tienen un encanto perfecto. Miguel nos contó cómo Tapalpa se convirtió en Pueblo Mágico, y yo probé el pulque por primera vez (es… diferente, con un toque terroso y ácido). Para comer, disfrutamos de cordero y birria de chivo asados en un lugarcito donde una abuela no paraba de traer tortillas extra. Aún recuerdo ese aroma ahumado que se escapaba a la calle.
En el ecoparque Las Piedrotas me reí cuando mi caballo se paró a mordisquear pasto en vez de seguir el camino — parece que hace eso con todos. Las piedras son enormes, como si un gigante las hubiera dejado caer tras una erupción volcánica hace mil años. También hicimos una caminata, con agujas de pino bajo los pies y ese olor a resina en el aire. Había familias haciendo picnic, niños trepando rocas y vendedores ofreciendo dulces de leche cerca de la entrada — no es un lugar silencioso, pero se siente auténtico.
De regreso a Guadalajara, me di cuenta de que mis jeans olían a humo de leña y sudor de caballo. No sabía qué esperar de un día en Tapalpa, pero no fue solo eso: fue una mezcla de momentos tranquilos y sorpresas inesperadas. Dan ganas de quedarse más tiempo la próxima vez.
Tapalpa está en la sierra de Jalisco, a unas 2 horas en coche desde Guadalajara.
Sí, la cabalgata en el ecoparque Las Piedrotas está incluida en el tour privado.
Puedes disfrutar platillos tradicionales como cordero asado o birria de chivo, además de bebidas regionales como pulque y agua de granada.
Sí, actividades como senderismo, cabalgatas y explorar las enormes piedras en Las Piedrotas son ideales para familias y niños.
El transporte privado con recogida está incluido en la reserva del tour.
Si visitas en fin de semana (sábado o domingo), podrás ver parapentistas despegar desde La Ceja.
Recomendamos ropa cómoda para caminar o montar; durante el tour se proporciona agua.
No se recomienda para personas con lesiones de columna o problemas cardiovasculares.
Tu día incluye transporte privado con recogida en Guadalajara, entrada al ecoparque Las Piedrotas con circuito guiado a caballo, agua purificada durante todo el recorrido y la compañía de un guía local experto que te contará todas las historias y sabores para que no te pierdas nada.
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