Prepárate para montar camellos por las dunas brillantes de Merzouga al atardecer, probar sandboard con amigos y pasar una noche acogedora en un campamento privado de lujo—con cena bajo las estrellas del Sahara y tu propia ducha caliente. Esta es tu oportunidad de vivir la magia del desierto de Marruecos con todo el confort que recordarás siempre.
Ya nos estábamos riendo cuando subimos a los camellos—mi amiga no paraba de decir que nunca había montado nada más alto que su vieja bici en casa. El sol estaba bajando, con ese tono naranja que hace que la arena parezca brillar desde dentro. Nuestro guía, Hassan, nos ofreció té de menta justo antes de partir. Recuerdo ese aroma dulce y fresco, y cómo el viento se sentía fresco aunque el calor seguía en mi cara.
La verdad, no esperaba tanto silencio allá afuera. Solo tú, los camellos y un mar infinito de dunas. Hassan señaló un lugar donde nos detendríamos para ver el atardecer—dijo que era su vista favorita de todo Merzouga. Nos bajamos de los camellos y nos sentamos en la arena un rato, viendo cómo todo se volvía dorado y luego rosado. Alguien probó el sandboard (yo me caí al instante, pero valió la pena). La palabra clave aquí es “campamento de lujo en el desierto de Merzouga”—y sí, realmente se sentía algo único.
La cena la sirvieron afuera, bajo unas linternas tejidas, y juro que aún recuerdo ese tagine—con especias, pero ligero. También había música: un par de chicos tocando tambores suavemente mientras comíamos. Más tarde, cuando finalmente nos metimos en nuestras tiendas calefactadas (¡baño privado y ducha caliente!), me quedé despierto un rato escuchando solo el viento sobre la lona. A la mañana siguiente, el amanecer sobre las dunas me hizo desear quedarme una noche más.
Sí, las familias son bienvenidas—el campamento ofrece habitaciones privadas y opciones para que bebés o niños pequeños monten con adultos.
Lleva ropa cómoda para montar camellos, varias capas para el frío de la noche, protector solar y tus artículos personales.
La cena está incluida junto con agua y té; normalmente también se ofrece desayuno.
Sí, hay opciones accesibles para sillas de ruedas y se permiten animales de servicio; el transporte público está cerca.
Tu aventura nocturna incluye paseos en camello por las dunas de Merzouga al atardecer y amanecer, una tienda privada con calefacción, baño propio y ducha caliente, además de cena bajo la luz de linternas—con agua y té de menta tradicional siempre disponibles.
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