Recorrerás los palmerales de Marrakech en quad con un guía local, harás una parada para té de menta y crepes en un pueblo bereber, y disfrutarás de paisajes volcánicos en el camino. Prepárate para risas, bienvenidas cálidas y momentos que recordarás mucho después de que se asiente el polvo.
No esperaba reír tanto antes de las 10 de la mañana, pero ahí estaba, con el casco un poco torcido, intentando parecer experto en el quad mientras nuestro guía Youssef sonreía con mi arranque tambaleante. Los primeros minutos fuera de Marrakech solo eran polvo y el zumbido bajo de los motores — hasta que de repente nos metimos entre esas palmeras altas, con el aire oliendo a tierra y un toque dulce. Mis manos se llenaron de polvo rápido; las limpiaba en mis vaqueros sin darme cuenta.
Paramos en un pueblo bereber donde los niños saludaban (uno intentó darme un choque de manos y fallé — todavía me siento mal por eso). Youssef nos sirvió té de menta en vasitos que empañaron mis gafas de sol. Los crepes estaban calientes y blanditos, nada que esperaba. La abuela de alguien asomó por la puerta y sonrió al verme chupar el jarabe del pulgar. Fue como si por un momento nos hubiéramos colado en la mañana de otra gente.
El desierto cerca de Marrakech es más tranquilo de lo que imaginas — solo viento, voces lejanas y el crujir de la grava bajo las ruedas. En un momento paramos junto a una antigua cresta volcánica; Youssef señalaba formas en las rocas que parecían animales si entrecerrabas los ojos (yo vi un camello, quizás). El sol picaba pero aún no quemaba. Saqué demasiadas fotos de palmeras contra el cielo — nunca salen tan bien en el móvil como en ese instante.
Sí, el traslado ida y vuelta desde el hotel está incluido en la reserva.
Sí, un guía especializado acompaña al grupo durante toda la excursión.
No, no se requiere experiencia; antes de empezar te darán instrucciones de seguridad.
Disfrutarás de té marroquí y crepes durante una parada en un pueblo o campamento.
No, no se recomienda para embarazadas debido al terreno.
Usa ropa cómoda que no te importe que se ensucie; se proporcionan casco y gafas.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Marrakech, agua embotellada durante la actividad, todo el equipo necesario para conducir como casco y gafas (y esas redes para el pelo tan graciosas), seguro de responsabilidad para tu tranquilidad y—quizás lo mejor—una parada para tomar té tradicional marroquí con crepes en un pueblo bereber antes de volver atravesando los palmerales.
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