Recorrerás los mercados de la medina de Marrakech para comprar ingredientes frescos, luego cocinarás junto a una familia local en su propia cocina. Aprende recetas marroquíes auténticas (y quizás unas palabras de darija), prueba sabores inolvidables y comparte historias durante el almuerzo — una experiencia que te acompañará mucho después.
Ya estábamos inmersos en la medina de Marrakech cuando nuestra guía, Amina, me entregó un manojo de menta tan fresca que mis dedos olieron a ella por horas. El mercado era un bullicio: vendedores gritando, niños corriendo entre los puestos, y el aire impregnado de comino y un aroma dulce que no lograba identificar. Intenté pedir tomates en darija (Amina sonrió por mi acento) y, de alguna manera, terminamos con el doble de lo que necesitábamos. Así es aquí, supongo.
De vuelta en la casa de su familia, la cocina se sentía cálida y animada — nada lujosa, pero llena de vida. La madre de Amina nos enseñó a moler especias a mano (mi brazo se cansó rápido, para mi vergüenza), y su tía no paraba de corregir cómo doblaba la masa de la pastilla. Cada error se acompañaba de risas — que fueron muchas — pero a nadie le importaba. Los aromas cambiaban mientras cocinábamos: primero la cebolla picante, luego la canela y el azafrán que salían del tajine. Es curioso cómo empiezas a relajarte cuando estás picando zanahorias junto a alguien que lleva toda la vida haciéndolo.
El almuerzo también fue ruidoso — todos hablando a la vez, rompiendo pan con las manos, mojando en salsas que sabían a la vez familiares y nuevas. Todavía recuerdo ese primer bocado de cordero con ciruelas; dulce y salado a la vez, nada que hubiera probado antes. Alguien puso música en el móvil y de repente hubo palmas y cantos alrededor de la mesa. No parecía una “clase” en absoluto — más bien como entrar en un secreto familiar.
Sí, las opciones de transporte son accesibles para sillas de ruedas.
Los bebés pueden sentarse en el regazo de un adulto o ir en cochecito durante la experiencia.
Sí, comprarás ingredientes frescos en un mercado tradicional dentro de la medina de Marrakech antes de cocinar.
La clase la enseñan mujeres locales de una familia de Marrakech.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de encuentro.
Tu día incluye comprar ingredientes frescos en un mercado tradicional de la medina de Marrakech, recibir una clase práctica de cocina con mujeres locales en su casa, y compartir un almuerzo casero antes de volver al bullicio de la medina.
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