Deja atrás Marrakech para una excursión de un día al desierto de Agafay: paseos en quad por senderos rocosos, rutas en camello con guías locales y un almuerzo tradicional marroquí bajo el cielo abierto. Risas, polvo en los zapatos y momentos de calma que se quedan contigo mucho después de volver a la ciudad.
Lo primero que noté fue el crujir de la grava bajo las ruedas al salir de Marrakech — el bullicio de la ciudad quedaba atrás, sustituido por un silencio seco y las montañas del Atlas a lo lejos. Nuestro conductor, Youssef, tarareaba canciones clásicas de rai en la radio. Cerca de una cooperativa de argán, se detuvo para mostrarnos cómo se extrae el aceite. Las mujeres trabajaban rápido con las manos, pero sonreían cuando intentaba decir “shukran”. Seguro que lo dije mal. El aroma a nueces tostadas se quedó en mis dedos mucho después de irnos.
Al llegar al desierto de Agafay, parecía que habíamos aterrizado en otro planeta — todo piedras claras y un cielo inmenso. Nuestra guía, Samira, me entregó un casco y sonrió: “No te preocupes si te llenas de polvo.” Y no bromeaba. Los quads vibraban al pasar por baches y desniveles; la arena volaba por todos lados y tuve que parpadear varias veces para sacar el polvo de los ojos. Hubo un momento en que paramos en la cima de una colina — solo nosotros, el viento jugando con las mangas, y las montañas difuminadas en la distancia. No esperaba sentirme tan pequeño ahí fuera.
Después de aparcar los quads (con las piernas aún temblando), Samira nos llevó donde nos esperaban dos camellos. Su cuidador silbó suavemente — ellos giraron la cabeza como si lo conocieran de toda la vida. El paseo fue corto pero lo suficientemente lento para darme cuenta de lo silencioso que estaba todo, salvo por el sonido de los pasos de los camellos y el canto lejano de un pájaro detrás de nosotros.
Luego llegó el almuerzo: tagine burbujeando en cazuelas de barro, cuscús con un toque dulce, y té de menta servido en vasos que empañaban la lente de mi cámara cuando intenté sacar una foto. Comimos en mesas bajas bajo toldos tejidos mientras niños de un campamento cercano corrían riendo a nuestro lado. De regreso a Marrakech, con polvo aún pegado a los zapatos, no dejaba de pensar en ese silencio del desierto — como si te acompañara hasta casa.
Es una experiencia de medio día que incluye transporte desde Marrakech y tiempo para almorzar.
Sí, el tour incluye recogida en tu hotel de Marrakech.
Disfrutarás de platos tradicionales marroquíes como tagine, cuscús, ensaladas frescas y té de menta.
Sí, hay opciones vegetarianas si indicas tus preferencias al reservar.
Sí, un guía local te acompañará durante toda la aventura en el desierto.
Se recomienda tener un nivel moderado de forma física para participar.
No es necesario tener experiencia; te darán instrucciones antes de empezar.
Sí, ambas actividades forman parte de esta excursión desde Marrakech al desierto de Agafay.
Tu día incluye recogida cómoda en hotel en Marrakech, paseo guiado en quad por el terreno rocoso de Agafay con todo el equipo incluido, un corto paseo en camello con guías locales que conocen cada sendero, y un almuerzo tradicional marroquí con abundante té de menta antes de regresar juntos a la ciudad.
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