Si quieres conocer la famosa “Perla Azul” de Marruecos sin complicaciones, esta excursión desde Fez lo tiene todo: transporte, historias locales con guía, y tiempo libre para perderte en rincones escondidos o simplemente disfrutar de un té de menta viendo la vida pasar.
Salimos temprano de Fez: nuestro conductor nos esperaba justo frente al riad, con el motor encendido y el aire fresco de la mañana. Al dejar atrás la ciudad, el paisaje cambió rápido: olivares, colinas rocosas y, finalmente, las brumosas montañas del Rif. Son unas cuatro horas de camino, pero se hacen cortas; siempre hay algo que ver por la ventana: pastores con sus rebaños o pequeños puestos vendiendo naranjas y té de menta.
Chefchaouen te recibe con un estallido de color antes de bajar del coche. El azul está en todas partes: paredes, puertas, hasta en las macetas. Nuestro guía, Hassan, nos contó que cada primavera los locales vuelven a pintar; bromeaba diciendo que si te apoyas mucho en una pared, acabarás con la manga azul. Paseamos por callejuelas estrechas donde los gatos duermen en las entradas y los ancianos toman café en el Café Clock. La plaza principal, Place Outa el Hammam, vibra con vida: niños persiguiendo palomas, mujeres regateando por aceitunas en pequeños puestos.
Me metí un rato en el Museo de la Kasbah; hay una torre antigua que se puede subir para disfrutar de las vistas sobre todos esos tejados azules. Dentro encontré fotos antiguas de Chefchaouen y algunos instrumentos musicales curiosos que nunca había visto. La Gran Mezquita está justo en la plaza; los no musulmanes no pueden entrar, pero vale la pena verla de cerca por su minarete octogonal, algo poco común en Marruecos. Si tienes hambre al mediodía, prueba el tagine de pollo a la parrilla en la terraza del Café Aladdin, sencillo pero delicioso. Tendrás unas cuatro horas para explorar antes de volver a Fez, justo cuando el sol empieza a esconderse tras las montañas.
Tendrás alrededor de cuatro horas para explorar a tu ritmo una vez llegues a Chefchaouen.
No, la comida no está incluida, pero hay muchos cafés y terrazas en la plaza principal donde puedes comprar algo para comer.
La Gran Mezquita solo está abierta a musulmanes para la oración; sin embargo, todos pueden admirar su arquitectura desde fuera.
Sí, es ideal para todas las edades y niveles de condición física. La furgoneta es cómoda y hay paradas durante el camino.
Tu traslado desde Fez está asegurado en una furgoneta moderna con aire acondicionado o un 4x4, con conductor/guía de habla inglesa que conoce todos los atajos. Incluye recogida y regreso al hotel. Si sois ocho o más, también contaréis con un guía local en Chefchaouen. El tiempo libre te permite marcar tu propio ritmo una vez allí.
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