Recorre carreteras serpenteantes desde Marrakech hasta las cascadas de Ouzoud, escucha historias locales mientras caminas bajo olivos y siente el frescor de la caída de agua más alta del norte de África. Disfruta un almuerzo con vistas al río antes de volver con nuevos amigos; un día que se queda contigo mucho después de regresar.
Lo primero que me llamó la atención no fueron las cascadas, sino el sonido. Como un aplauso lejano que resonaba antes de que pudiéramos ver el agua. Salimos temprano de Marrakech (no soy muy madrugador, pero ese viaje por las colinas secas me despertó por completo). Nuestro conductor, Youssef, paró en Tamlalte para tomar un café y traté de pedir en francés; él sonrió y me ayudó. El aire olía a pan recién hecho y a diésel, una mezcla extraña pero reconfortante cuando estás lejos de casa.
Cuando finalmente llegamos a las cascadas de Ouzoud, nuestro guía local nos esperaba bajo un viejo olivo. Nos llevó por un sendero bordeado de flores silvestres y nos contó que “Ouzoud” significa “olivo” en bereber — algo que no sabía. Al acercarnos a la base, el rocío nos salpicó la cara, fresco y cortante después del camino polvoriento. Había monos macacos por todas partes (uno intentó robarle un snack a alguien) y niños chapoteando en las pozas. Las cascadas son enormes —unos 110 metros— pero parado allí solo te sientes pequeño de una manera bonita.
El almuerzo fue en un lugar sencillo con vistas al agua. Tagine, por supuesto, y pan aún caliente. Nuestro guía señaló antiguos molinos en lo alto de los acantilados —al parecer todavía funcionan cuando hay suficiente agua. Mientras miraba a los pájaros volar entre la niebla, todos nos quedamos en silencio un rato, algo poco común en este tipo de tours. De regreso a Marrakech paramos otra vez para un café en Ouled Khellouf; alguien puso música en el móvil y todos escuchamos desde la ventana mientras el sol se escondía tras las colinas. A veces aún recuerdo esa vista.
Unos 150 km al noreste de Marrakech; aproximadamente dos horas en coche por trayecto.
Sí, el conductor te recogerá directamente en tu riad o hotel en Marrakech.
Caminar por senderos cerca de las cascadas, ver molinos tradicionales, disfrutar las vistas y almorzar con panorámicas del agua.
Habrá tiempo para almorzar en un restaurante junto a las cascadas; la comida normalmente no está incluida en el precio pero se organiza localmente.
Sí, es apto para todos los niveles físicos y familias; se pueden solicitar asientos para bebés si es necesario.
Los caminos principales son fáciles o moderados; algunos escalones pueden ser irregulares pero la mayoría lo lleva bien.
Un guía local te espera en Ouzoud para mostrarte el lugar y contar la historia de la zona.
Sí, hay macacos de Berbería alrededor de las cascadas —son juguetones, pero cuidado con tus snacks.
Tu día incluye recogida y regreso a tu hotel o riad en Marrakech, viaje en vehículo con aire acondicionado y conductor profesional, paseos guiados por los senderos entre olivos en las cascadas de Ouzoud, además de paradas para café durante el camino antes de volver al punto de partida.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?