Comienza con un té de menta en casa de una familia bereber cerca de Agadir antes de lanzarte al sandboarding en las dunas de Taboga. Disfruta pan caliente en el desayuno, risas tras alguna caída en la arena y tiempo para ver el atardecer sobre el Atlántico. No es nada pretencioso, solo momentos auténticos que recordarás cuando te sacudas la arena de los zapatos.
Nunca imaginé que la arena pudiera chirriar bajo los pies así—casi como la nieve fresca pero más cálida, si eso tiene sentido. Tras una hora de viaje desde Agadir (la carretera es mayormente buena, aunque se sienten algunos baches), paramos en una casa familiar donde nuestro guía, Youssef, nos ofreció vasos de té de menta antes incluso de sentarnos. El vapor olía dulce y fuerte. Intenté decir “shukran” bien y su tía me regaló una sonrisa enorme—de todas formas me sirvió otra taza.
El desayuno fue sencillo—pan plano aún tibio, miel con un toque de flores silvestres, aceitunas. La casa tenía un aire vivido; había una alfombra gastada junto a la puerta y unas zapatillas escondidas bajo un banco. Youssef nos contó sobre las dunas que nos esperaban, cómo los locales vienen aquí cuando buscan paz o quieren ver el mar encontrarse con la arena. No pensé que me pondría nervioso por el sandboarding hasta que vi la pendiente—se veía más empinada que en las fotos.
La primera bajada siempre es torpe (me caí dos veces y me reí más de lo que esperaba). La arena se mete por todos lados—dentro de los zapatos, las mangas—pero es tan suave que solo te sacudes y vuelves a intentarlo. Unos niños del pueblo nos miraban un rato, animándonos en francés y árabe. Al caer la tarde, la luz se volvió dorada y todo parecía ir más despacio. Subimos para sacar fotos desde arriba—hacía viento—y vimos el sol esconderse tras las colinas de Taboga. A veces aún recuerdo esa vista cuando mis zapatos están llenos de polvo de ciudad en vez de arena.
Unos 60 minutos en coche desde Agadir hasta las dunas de Taboga.
Sí, se sirve desayuno casero en la casa de una familia bereber antes de la actividad.
Se proporcionan todas las tablas; solo lleva ropa cómoda y calzado cerrado.
Sí, la recogida está incluida desde tu alojamiento en Agadir.
Sí, el té de menta marroquí se ofrece en la casa familiar antes de ir a las dunas.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o corazón.
Hay asientos especiales para bebés; consulta los requisitos físicos antes de reservar para niños.
Sí, después del sandboarding podrás hacer fotos y disfrutar del atardecer desde las colinas de Taboga.
Tu día incluye recogida en vehículo con aire acondicionado desde Agadir, desayuno casero con té de menta marroquí en casa bereber, todos los impuestos y tasas, y uso de tablas para sandboarding en las dunas de Taboga antes de regresar tras el atardecer.
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