Esta es tu oportunidad para ver el amanecer sobre los pantanos brumosos de Kemeri, caminar por senderos tranquilos antes de que lleguen las multitudes, explorar las villas y casas de madera de Jurmala y mojar los pies en el mar Báltico, todo con un guía local que conoce cada atajo y historia.
El conductor llegó cuando la ciudad aún dormía, con apenas unas farolas parpadeando en la hora azul. Sostenía mi taza de té caliente, recién sacada del termo, intentando no derramarla mientras avanzábamos por caminos vacíos rumbo al Parque Nacional de Kemeri. La guía repartió unos pasteles hojaldrados con un aroma dulce sutil, y la verdad, ese primer bocado me despertó más rápido que la cafeína.
En el sendero del pantano todo estaba en silencio, salvo algunos pájaros que cantaban a lo lejos. Las tablas de madera estaban resbaladizas por el rocío bajo mis botas. Teníamos dos rutas para elegir; el grupo optó por la más larga porque nadie quería apresurarse con esos primeros rayos dorados que se extendían sobre el musgo. La guía nos mostró pequeñas plantas carnívoras escondidas a nuestros pies y nos contó cómo la gente del lugar solía recoger arándanos en otoño.
Después, recorrimos los barrios más tranquilos de Jurmala, con calles bordeadas de antiguas villas pintadas en tonos pastel desvaídos y otras con casas de madera que parecían tener más de un siglo. En la parada en la playa, me quité los zapatos y dejé que la arena fría me despertara de nuevo. En verano, si te atreves, puedes darte un chapuzón en el mar Báltico; uno de nosotros lo hizo y volvió sonriendo y temblando.
Te recogerán aproximadamente 1.5 horas antes del amanecer para llegar justo cuando la naturaleza despierta. La hora exacta varía según la temporada.
Sí, te ofrecerán pasteles frescos y café o té para empezar bien el día antes de salir a los senderos.
¡Claro! En verano hay tiempo para un baño rápido en el mar Báltico durante la parada en la playa de Jurmala.
Por supuesto, los bebés pueden ir en cochecito o silla especial para infantes si es necesario.
Tu mañana incluye transporte privado desde tu alojamiento con WiFi para que compartas tus primeras fotos del amanecer al instante. Tendrás agua embotellada, un pastelito y café o té para despejar el sueño. Y cuando llegue el momento de caminar o subir a las torres (si están abiertas), tu guía se asegurará de que todos se sientan cómodos en cada paso.
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