Recorrerás las tranquilas casas de Shirakawa-go, probarás comida de montaña inesperada y pasearás por las calles del Edo en Takayama con un guía local que conoce todos los atajos. Podrás tomarte tu tiempo o añadir paradas a tu gusto, para vivir historia profunda y momentos que se quedan contigo mucho después de bajar la montaña.
“¿Has visto alguna vez un tejado así?” nos preguntó el conductor al llegar a Shirakawa-go. Negué con la cabeza — esos techos de paja tan inclinados realmente parecen manos juntas, justo como dijo. El aire olía dulce, casi a hierba, y por un momento solo se escuchaba el río cercano. Paseamos por el pueblo a nuestro ritmo (sin prisas ni grupos), asomándonos a pequeñas tiendas que vendían encurtidos y unos pasteles de arroz masticables que aún recuerdo. En la Casa Wada, intenté imaginar cómo sería vivir bajo toda esa paja en invierno — la verdad, no me lo pude ni imaginar.
La comida fue una sorpresa: verduras de montaña que no conocía, pescado de río a la parrilla con cristales de sal que crujían en la piel. Nuestra guía se rió cuando intenté pronunciar “gassho-zukuri” — seguro que lo dije fatal. Más tarde, desde el mirador sobre Shirakawa-go, todo parecía irreal: campos como un patchwork, humo saliendo de chimeneas, tejados reflejando el sol en ángulos extraños. Una anciana barriendo su porche nos saludó con la mano; un detalle pequeño, pero que se quedó conmigo.
Takayama se sentía diferente — más animado pero con calma al mismo tiempo. Caminamos por las estrechas calles de Kamisannomachi, con sauces rozándonos los hombros y tenderos saludando (ojalá entendiera más japonés). La Aldea Folclórica de Hida estaba tranquila salvo por los cuervos y alguien martillando madera a lo lejos; ver todas esas casas antiguas alineadas me hizo dar cuenta de la historia que guardan estas montañas. En Takayama Jinya, las esteras de tatami olían ligeramente a hierbas y casi podías escuchar voces antiguas resonando en esas salas de reuniones. Es curioso cómo un lugar puede sentirse a la vez vivido y detenido en el tiempo.
Sí, el transporte privado con recogida está incluido en la excursión.
Sí, puedes añadir 1 o 2 lugares que no estén en la ruta estándar.
Tendrás tiempo libre para pasear a tu ritmo antes de la comida y la visita a la Casa Wada.
No, la entrada a la Casa Wada se paga aparte: 400 yenes adultos, 200 niños.
Sí, disfrutarás de un almuerzo con comida típica de montaña en Shirakawa-go.
Sí, el transporte es accesible para sillas de ruedas durante todo el día.
El trayecto suele durar alrededor de una hora en vehículo privado.
El conductor habla inglés para guiarte cómodamente en cada parada.
El día incluye transporte privado con conductor de habla inglesa (y recogida), agua embotellada en vehículo con aire acondicionado, almuerzo con sabores locales de montaña en Shirakawa-go, y flexibilidad para añadir paradas extra si quieres ver algo especial antes de regresar bajando las montañas de Gifu.
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