Entrarás en una casa samurái centenaria de Kyoto para una ceremonia privada con matcha orgánico de Uji, aprenderás a batir tu propio té y probarás sake o whisky japonés con las historias de tu anfitriona. Podrás vestirte con un kimono de seda o posar con una katana — todo con uso exclusivo del espacio. Prepárate para sorpresas y momentos de calma que recordarás mucho tiempo.
Jamás olvidaré el crujido de las viejas tablas bajo mis calcetines al entrar en la casa samurái, a solo unos minutos a pie de la estación de Kyoto, pero parecía que habíamos viajado a otro siglo. Nuestra anfitriona, la señora Yamada, nos recibió con una reverencia tan delicada que me hizo sentir torpe con mi intento. El aire estaba fresco y olía a tatami y a algo dulce — tal vez incienso o simplemente madera antigua. Nos llevó al salón del té, donde la luz se filtraba a través de las pantallas de papel de arroz, y por un instante olvidé todo lo que había afuera.
La ceremonia fue más tranquila de lo que esperaba — no solemne, pero sí muy concentrada. La señora Yamada nos explicó cada paso en un inglés suave, mostrándonos cómo batir el matcha (yo lo hice demasiado espumoso, pero ella sonrió igual). El cuenco estaba tibio en mis manos. Al probar el matcha de Uji, sentí un sabor terroso y casi herbáceo — nada que ver con lo que había probado en casa. Luego pudimos elegir entre degustar sake o whisky japonés (yo opté por sake; mi amigo por whisky), y ella servía esos pequeños vasos mientras nos contaba historias sobre cada uno. Nos reímos cuando intenté decir “kanpai” correctamente — digamos que necesito practicar más.
También me ofrecieron ponerme un kimono de seda (solo para mujeres) o sostener una katana real para las fotos. Al principio me pareció un poco ridículo, pero ahora, al ver las fotos, es un recuerdo genial. Incluso puedes comprar tu propio chawan o kimono si quieres llevarte un pedacito a casa. Un detalle: solo hay un baño tradicional en la casa (tiene 300 años, después de todo), así que mejor ir antes de llegar.
De camino de regreso a la Kyoto moderna después de la ceremonia y la degustación, no dejaba de pensar en lo silencioso que se sentía ese espacio comparado con el resto de la ciudad — como si el tiempo se hubiera detenido por una hora. Si te interesa la cultura japonesa pero buscas algo íntimo y sin multitudes, esta experiencia sigue en mi mente semanas después.
Está a unos 8 minutos caminando desde la estación de Kyoto hasta la casa samurái.
Sí, tu grupo tendrá uso exclusivo de la casa samurái de 300 años durante toda la experiencia.
Puedes elegir entre degustación de sake (5 vasos) o whisky japonés (2 vasos), además del té matcha orgánico.
Puedes ponerte un kimono de seda auténtico para las fotos; usarlo durante toda la ceremonia requiere tiempo extra y un coste adicional.
Los menores de 20 años pueden participar, pero solo en el batido del matcha, sin degustación de alcohol.
Sí, la anfitriona te guiará en inglés durante la ceremonia y las degustaciones.
El mínimo por reserva es de dos personas.
Hay un baño tradicional dentro de la casa; se recomienda usar otras instalaciones antes de llegar si es posible.
Tu visita incluye acceso exclusivo a una casa samurái de Kyoto de 300 años con guía local, una ceremonia japonesa auténtica con matcha orgánico de Uji, degustación a elegir entre sake o whisky japonés (para mayores de 20 años), y la oportunidad de hacer fotos con kimono de seda o katana antes de volver a la vida moderna de Kyoto.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?