Sumérgete en la famosa Seven Mile Beach de Negril, nada o déjate llevar bajo el cielo abierto, y luego vive la emoción de los clavados en Rick’s Café (o disfruta desde la seguridad del bar) con música en vivo. Con recogida privada y un guía local que te deja marcar el paso, esta excursión es pura experiencia jamaicana que realmente recordarás.
No me imaginaba lo inmenso que podía sentirse el cielo hasta que llegamos a Seven Mile Beach en Negril. El viaje desde Montego Bay fue tranquilo — solo yo, las ventanas entreabiertas y reggae sonando desde la playlist del conductor. Nuestro guía, Donovan, nos señaló una pequeña caseta de jerk chicken en el camino (“la mejor salsa picante de este lado de Jamaica”, dijo sonriendo). Cuando finalmente pisamos la arena, estaba cálida y suave bajo los pies — no tan fina como esperaba, más bien como una esponja. Cerca, familias reían, alguien vendía patties con un canto pegajoso, y las palmeras parecían pintadas ahí a propósito. Me quedé mucho tiempo solo mirando el agua antes de pensar en nadar.
La palabra clave aquí es tour a 7 Mile Beach en Negril — pero lo que realmente se me quedó grabado no es el nombre, sino la sensación de flotar en ese agua azul cristalina, acompañado solo por el sol y la brisa salada. Había espacio de sobra; nadie nos apuraba ni nos hacía mover como ganado de crucero (he hecho esos tours antes… nunca más). Donovan nos dejó llevar el ritmo. Incluso nos mostró un lugar donde, si entrecerrabas los ojos, podías ver el faro antiguo asomándose entre las rocas. El almuerzo fue sencillo — pescado a la parrilla con un chorrito de lima y una Red Stripe que sabía más fría que cualquier cerveza que haya probado en casa.
Rick’s Café llegó ya entrada la tarde, cuando el calor empezó a bajar. El lugar vibra — no solo por la música (principalmente covers de Bob Marley), sino por la gente animándose a saltar desde el acantilado. Es más alto de lo que parece en las fotos — 35 pies que... bueno, solo con verlo se me revolvió el estómago. Algunos locales hacían piruetas; yo me rajé después de estar cinco minutos parado en el borde (Li se rió y dijo que a la próxima). El atardecer pintó todo de dorado y rosa a la vez, y por un momento nadie habló — hasta el DJ pareció hacer una pausa entre canciones. A veces aún recuerdo esa vista cuando estoy atrapado en el tráfico en casa.
Normalmente entre 1.5 y 2 horas en coche, según el tráfico.
Sí, incluye transporte privado con recogida en tu hotel.
Sí, pueden ir bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos y hay asientos para bebés disponibles.
No, puedes simplemente ver a otros saltar o relajarte en el bar o restaurante si prefieres.
La playa es lo suficientemente grande como para encontrar tu espacio, incluso en días con más gente.
Encontrarás lugares para comer en Seven Mile Beach y en Rick’s Café; el almuerzo no está incluido pero se puede comprar fácilmente allí.
Sí, según la información del proveedor, es accesible para sillas de ruedas.
Tu día incluye transporte privado con aire acondicionado y recogida en hotel, tiempo para relajarte o nadar en Seven Mile Beach, y luego visita a Rick’s Café para disfrutar de música y vistas al acantilado — todo a tu ritmo y según lo que más te apetezca hacer.
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