Evitarás largas colas y explorarás el Castel Sant’Angelo con una auténtica local que conoce sus rincones secretos. Desde tumbas antiguas hasta habitaciones papales ocultas y vistas panorámicas, esta excursión hace que la historia de Roma cobre vida justo bajo tus pies.
El aire de la mañana se sentía un poco más fresco mientras esperábamos junto a la antigua puerta de piedra, justo frente al Tíber. Nuestra guía—Francesca, nacida y criada en Trastevere—nos hizo señas con una sonrisa y nos entregó las entradas sin colas. Nada de esperar en esas largas filas serpenteando a lo largo de la orilla del río. Entramos directamente, pasando por gruesos muros que han guardado secretos durante siglos.
Había leído sobre la tumba del emperador Adriano antes, pero verla de cerca es otra historia. Francesca señaló inscripciones latinas desvaídas y pequeños detalles en el mármol que yo habría pasado por alto. El eco de nuestros pasos en el patio solo se rompía por una campana lejana que sonaba al otro lado de la ciudad. Nos explicó cómo los papas se refugiaban aquí durante los asedios—hay incluso un túnel que conecta con el Vaticano, aunque ahora no se puede recorrer.
Lo que más me sorprendió fueron los Apartamentos Papales: techos pintados, puertas de madera que crujían y la luz del sol filtrándose por estrechas ventanas. También hay una sala del tesoro—cerrada tras rejas de hierro—y relatos sobre oro perdido que hicieron que todos nos acercáramos más. Terminamos en la terraza justo cuando el sol comenzaba a ocultarse tras la cúpula de San Pedro. Desde allí se ve toda Roma; tomé algunas fotos, pero sobre todo me quedé en silencio, absorbiendo el momento.
Sí, los niños son bienvenidos pero deben estar acompañados por un adulto en todo momento dentro del castillo.
¡Por supuesto! Está permitido fotografiar en todo el recorrido, especialmente en la terraza donde tendrás excelentes vistas de Roma.
El castillo tiene varios pisos y algunas escaleras, por lo que es mejor llevar calzado cómodo. La mayoría lo encuentra manejable.
Sí, hay paradas de autobús y estaciones de metro a poca distancia a pie del Castel Sant’Angelo.
Tu lugar incluye entrada rápida (sin esperas), un guía amable de habla inglesa que realmente conoce el lugar, acceso a todas las áreas principales del castillo incluyendo las habitaciones papales y la sala del tesoro, además de tiempo en la terraza para disfrutar de las famosas vistas de Roma. ¡No olvides tu cámara, la vas a necesitar!
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