Recorre el corazón de Roma en Vespa con un guía local, haciendo paradas en lugares emblemáticos como el Coliseo y el Panteón, explorando callejones escondidos para tomar café y viviendo la ciudad de verdad. Incluye recogida en cualquier punto céntrico, paradas flexibles para fotos o espresso, todo el equipo, y esos momentos que se quedan contigo mucho tiempo después.
Salimos disparados desde la Piazza del Popolo, cascos puestos y con los nervios a flor de piel — nunca había montado en Vespa antes. Angelo, nuestro guía, sonrió y dijo: “Tranquila, hoy verás Roma con otros ojos.” La ciudad vibraba de una forma que no esperaba; el humo de los coches se mezclaba con el aroma del espresso recién hecho que salía de algún bar escondido mientras nos colábamos entre el tráfico de la mañana. Hay algo especial en escuchar a los vendedores del mercado gritar en italiano mientras te aferras a la Vespa que te hace sentir que realmente estás aquí, ¿sabes?
La primera parada grande fue el Coliseo. Angelo frenó justo donde la luz del sol iluminaba esas piedras antiguas de forma perfecta — tenía un truco para aparcar en sitios que solo los locales se atreven. Nos contó sobre los gladiadores (claro, eso es básico), pero luego señaló detalles que nunca había notado: gatos callejeros tomando el sol en los escalones de mármol, cómo los turistas se amontonan para selfies y se pierden los rincones tranquilos. Hicimos fotos hasta que mi móvil casi se quedó sin batería. En un momento me pasó un chubasquero pequeño “por si acaso” — me reí porque no había ni una nube en el cielo.
Nos metimos en Trastevere para un café. El barista conocía a Angelo y nos sirvió los espressos sin preguntar. Ahí caí en cuenta — esto no era un simple tour por Roma; era ver cómo vive la gente de verdad. Mis manos seguían vibrando de sujetar la Vespa (esas calles empedradas no son broma), pero no me importaba. Más tarde pasamos por el Circo Máximo y por callejones tan estrechos que podía tocar ambas paredes estirando los brazos.
Lo último que recuerdo es la luz del atardecer derramándose sobre la Piazza Venezia mientras las Vespas zumbaban a nuestro alrededor como abejas. El casco me había dejado el pelo hecho un desastre, pero, ¿sabes qué? A veces todavía pienso en esa vista cuando escucho el tráfico en casa.
Sí, la recogida y regreso están incluidos en cualquier punto del centro de Roma.
Puedes parar tantas veces como quieras para hacer fotos durante la ruta.
Es un tour privado con tu propio guía y Vespa.
Incluye café o té y refrescos durante el recorrido.
La ruta cubre Piazza del Popolo, Trastevere, Circo Máximo, Panteón, Coliseo y Piazza Venezia.
El tour no es apto para personas que pesen más de 110 kg (242 lbs).
No, por seguridad no se recomienda para embarazadas.
Te darán un chubasquero si hace falta, así que el clima no suele ser un problema.
Tu día incluye transporte privado en Vespa con casco y gorro higiénico para tu comodidad y seguridad; recogida y regreso flexibles en cualquier punto céntrico de Roma; paradas ilimitadas para fotos; café o té y refrescos incluidos; y hasta un chubasquero por si el tiempo cambia.
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