Camina por las colinas de Lucca con un guía local, visita las frescas bodegas de Tenuta Adamo y relájate en una terraza con vistas a los viñedos mientras pruebas cuatro vinos y aceite de oliva con pan fresco. Disfruta de charlas auténticas, risas con nuevos amigos y detalles que recordarás mucho tiempo después.
Íbamos ya a mitad del camino de grava cuando me di cuenta de cuánto extrañaba el aroma de las vides calentadas por el sol — un olor terroso, pero con un toque dulce debajo. Nuestro guía, Paolo (es de Lucca y se nota en la pasión con que habla de las colinas), nos llamó hacia la bodega antes de que me perdiera entre las hileras. Nos explicó el proceso de elaboración del vino con calma y naturalidad; yo no podía dejar de mirar los viejos barriles apilados contra las frescas paredes de piedra. Allí dentro todo parecía absorber cada paso, como si el tiempo y el vino se fundieran en un eco suave.
Al salir, nos sentamos en la terraza — nada lujoso, solo madera resistente con una vista que dejó a mi amigo en silencio por un momento. El viñedo se extendía bajo nosotros, con parches verdes y dorados. Sacaron cuatro vinos (un blanco que al primer sorbo sabía casi a pera, luego un rosado, y dos tintos), además de su propio aceite de oliva acompañado de pan local y focaccia. Intenté pronunciar “focaccia” bien; Paolo sonrió pero no me corrigió. El aceite tenía un sabor fresco y herbáceo — la verdad, nunca pensé que pudiera saber así.
Se unieron otros viajeros a nuestra mesa — una pareja de Bélgica, alguien de Florencia — y se creó una mezcla de idiomas y risas mientras Paolo respondía preguntas sobre la vendimia o cuál botella se llevaría a casa para cenar (dijo que el tinto, por si te lo preguntas). Todo duró unos noventa minutos, pero se sintió más lento, en el mejor sentido. A veces aún recuerdo ese último vaso de tinto mientras la luz cambiaba sobre las vides. ¿Sabes a qué me refiero?
Sí, todas las áreas y superficies en Tenuta Adamo son accesibles para sillas de ruedas.
La experiencia dura aproximadamente una hora y media.
Probarás un vino blanco, un rosado y dos tintos de Tenuta Adamo.
Sí, se sirve pan local y focaccia junto con aceite de oliva durante la cata.
Sí, hay opciones sin gluten si lo indicas con anticipación.
Sí, bebés y niños pequeños son bienvenidos; se permiten cochecitos.
El tour puede incluir a otros huéspedes; varios grupos pueden participar al mismo tiempo.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de Tenuta Adamo.
Tu día incluye una visita guiada por la bodega en las colinas de Lucca en Tenuta Adamo, seguida de una cata sentada de cuatro vinos de la finca (blanco, rosado y dos tintos) y su propio aceite de oliva con pan local y focaccia en una terraza al aire libre con vistas a los viñedos — todo en un espacio accesible donde las preguntas siempre son bienvenidas.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?