Deslízate por la Costa Amalfitana en barco con tripulación local, deteniéndote a nadar en calas cristalinas y probar bocados regionales a bordo. Disfruta limoncello mientras te secas al sol, explora Amalfi o relájate en cubierta, y navega de vuelta solo con el viento—te sentirás más ligero que al empezar.
Subimos a la cubierta en Salerno y ya podía oler el mar — esa mezcla de sal y un aroma herbal suave que viene de las colinas. El barco era más pequeño de lo que imaginaba (para bien), justo el espacio necesario para estirarnos sin sentirnos apretados ni perdidos. Nuestro guía, Antonio, nos sirvió copas de prosecco antes de salir del puerto. Sonrió y dijo algo sobre “desconectar” — que al principio me pareció imposible. Pero cuando zarpamos y las casas pastel de Cetara comenzaron a hacerse pequeñas detrás de nosotros, entendí que tenía razón. Aquí se respira otro tipo de calma.
El tour en barco por la Costa Amalfitana es para ir despacio — pasamos por Vietri, Erchie, Capo d’Orso. A veces Antonio señalaba alguna cueva o contaba historias de pescadores; otras veces nos dejaba solo con el sonido del agua golpeando el casco. Paramos cerca de Maiori para nuestro primer baño. El agua estaba más fría de lo que esperaba (de hecho, pegué un pequeño grito al meterme), pero en un minuto se volvió seda. Alguien me pasó una rebanada de mozzarella sobre pan mientras aún me secaba — manos saladas, queso suave, sol en la cara. Nada sofisticado, solo bueno.
Más tarde nos acercamos a Amalfi. Puedes bajar a tierra si quieres — algunos lo hicieron — pero yo me quedé en cubierta viendo cómo el pueblo cambiaba con las nubes que pasaban. Cerca de Marmorata había una cascada que sorprendió a todos; se oía antes de verla, cayendo directo al mar. De regreso a Salerno, Antonio apagó el motor y nos dejó probar a gobernar con la vela un rato. Se hizo un silencio solo roto por el viento y risas nerviosas (no chocamos). Esa quietud fue lo que más me quedó — solo viento, agua y esa sensación de pequeñez que se siente tan bien.
Sí, hay un aperitivo al subir y un almuerzo ligero con postre y limoncello servido a bordo.
Sí, se hacen varias paradas para nadar en diferentes puntos entre Salerno y Amalfi.
Puedes elegir bajar en Amalfi o quedarte en el barco para nadar o descansar.
Hay opciones de recogida cerca usando transporte público; consulta los detalles al reservar.
El tour es apto para todos los niveles; los bebés deben ir en el regazo de un adulto.
La tripulación local incluye un responsable de atención al cliente que comparte historias y consejos de navegación durante el viaje.
La ruta incluye varias paradas; el tiempo exacto varía pero cubre Vietri a Amalfi en un día.
Tu día incluye bebidas de bienvenida al subir en Salerno, muchas oportunidades para nadar en tramos escondidos entre Vietri y Amalfi, un almuerzo ligero con postre y limoncello servido en cubierta antes de regresar a vela si el viento lo permite.
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