Recorre las calles antiguas de Jerusalén con guía privado, visita la Plaza del Pesebre en Belén y las ruinas de Jericó, flota en el Mar Muerto tras subir a Masada en teleférico y vive Nazaret y Galilea. Con hoteles incluidos, traslados y guía local, este tour cristiano por Tierra Santa te lleva a los lugares bíblicos y a descubrir tu propio momento especial.
Lo primero que recuerdo es el murmullo de voces en el aeropuerto Ben Gurion — una mezcla de hebreo, inglés y un tono más suave que no lograba identificar. Nuestro conductor nos esperaba con un cartel con mi nombre, algo que me dio tranquilidad tras un vuelo largo. El aire olía a naranja y polvo. Llegamos al hotel en Jerusalén justo cuando las luces de la ciudad comenzaban a encenderse — no era un silencio absoluto, sino una vida vibrante que me invitaba a salir a pesar del cansancio.
La mañana siguiente arrancó temprano. Nuestro guía, Avi, nos recibió en el lobby y me ofreció un café tan fuerte que casi me tumba (se rió cuando tosí). Caminar por la Ciudad Vieja de Jerusalén no se parecía en nada a lo que imaginaba en la escuela dominical — era un bullicio lleno de capas, con puestos que vendían granadas junto a piedras que llevan siglos ahí. Avi nos señaló por dónde pasa la Vía Dolorosa entre la multitud; en un momento se detuvo para que escucháramos las campanas de las iglesias resonando en las paredes. No esperaba que eso me emocionara tanto. Más tarde, en la Iglesia del Santo Sepulcro, la gente apoyaba sus manos en el mármol frío y susurraba oraciones en todos los idiomas que puedas imaginar.
Belén y Jericó tenían un aire más seco — piedras tostadas por el sol, olivos que brillaban con el calor. En la Plaza del Pesebre de Belén, nos abrimos paso entre un grupo de monjas cantando en voz baja (aún a veces escucho sus voces). Jericó me sorprendió; es más antigua que cualquier lugar donde haya estado, pero había niños jugando al fútbol cerca del árbol de Zaqueo. Masada fue viento y cielo — subimos en teleférico y miramos el Mar Muerto hasta que el sol lo desvaneció todo. Flotar allí después fue extraño; no te hundes aunque lo intentes, pero el barro se pega por todas partes. Me llevó un buen rato quitarlo.
Nazaret estaba lleno de colores — puertas azules, puestos amarillos de fruta — y nuestro guía contó historias de la infancia de Jesús que hicieron que esos lugares se sintieran más cercanos. En Galilea, paramos a comer falafel junto al agua antes de ir a Cafarnaúm (probablemente comí demasiado). El río Jordán estaba más fresco de lo que esperaba; la gente hacía fila para bautismos mientras otros observaban en silencio bajo los eucaliptos.
En nuestro último día completo, condujimos hacia el norte por la costa: las ruinas romanas de Cesarea entre flores silvestres; los Jardines Bahá'í de Haifa brillando bajo el sol de la tarde; y los acantilados blancos de Rosh Hanikra sobre olas rompientes. Acre (Akko) olía a sal y pescado a la parrilla — paseamos por su antiguo puerto hasta el atardecer sin decir mucho. Dejar Israel no se sintió real hasta que el conductor nos dejó de nuevo en Ben Gurion. Siete días no bastan para todo, pero algunos momentos se quedan para siempre.
Este tour de 7 días incluye guía privado diario según itinerario, entradas a todos los sitios visitados, alojamiento con desayuno (4 noches en Jerusalén + 2 en Tel Aviv), traslados desde y hacia el aeropuerto.
El tour dura 7 días y 6 noches.
Sí, incluye recogida en el aeropuerto Ben Gurion al llegar y traslado de regreso para la salida.
Sí, el itinerario contempla visitas privadas a Belén (incluida la Plaza del Pesebre) y Jericó.
Sí, subirás a Masada en teleférico y luego podrás relajarte en una playa del Mar Muerto para flotar o probar un baño de barro.
Sí, los tours son guiados por expertos que hablan inglés y conocen la historia bíblica y los sitios cristianos.
Todas las entradas indicadas en el itinerario están incluidas en el precio del paquete.
Puedes organizar tu día privado en Jerusalén según tus preferencias dentro de lo posible durante tu estancia.
Tu semana incluye tours privados diarios con guía en inglés experto en historia bíblica y costumbres locales; todas las entradas a iglesias, sitios arqueológicos y maravillas naturales; cuatro noches en Jerusalén y dos en Tel Aviv con desayuno; recogida privada en el aeropuerto Ben Gurion a tu llegada y traslado de regreso para tu vuelo de salida, para que no tengas que preocuparte por logística ni tickets.
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