Recorre en silencio las historias del Museo de la Gran Hambruna en Dublín: testimonios personales, artefactos reales y un documental corto que te acompaña mucho después. Guías de traducción para seguir la visita en tu idioma. Una experiencia sencilla pero inolvidable.
Confieso que no esperaba sentir mucho al entrar al Museo de la Gran Hambruna en Dublín, quizá solo una hora tranquila leyendo los paneles. Pero lo primero que me llamó la atención fue el silencio que reinaba, a pesar del ruido de la ciudad que aún resonaba en mis oídos. Las paredes están llenas de historias y rostros, y hay un leve olor a papel antiguo que me recordó al desván de mi abuela. En la entrada, nuestro guía nos entregó una guía de traducción (yo elegí inglés, pero escuché a alguien detrás de mí escoger italiano), y nos hizo un gesto como diciendo: “Adelante, compruébalo por ti mismo”.
Me atrapó una historia sobre una familia de Cork — sus nombres escritos, no solo números. Había una vitrina con un cuenco de sopa desgastado; puede sonar raro, pero me quedé mirándolo mucho tiempo. Casi podía escuchar el roce de las cucharas o algo así. El documental de 15 minutos está justo en medio del recorrido — puedes sentarte si te cansan los pies (los míos sí). Son principalmente fotos antiguas y voces leyendo cartas de esa época. La gente a mi alrededor estaba muy callada después; una mujer se secó los ojos con la manga.
La visita dura alrededor de una hora, quizás menos si vas rápido, pero no lo recomiendo. No dejaba de pensar en cómo sería el hambre aquí — no solo el hambre de estómago, sino esa sensación vacía que se te queda en los huesos. Cerca de la salida hay una mesita donde puedes comprar un libro o incluso una memoria USB con toda la info de la exposición (casi me llevo una para mi padre). Salir a la calle se sintió extraño — más brillante, como si hubiera estado en un lugar mucho más lejano que un museo en Dublín.
La mayoría dedica alrededor de una hora, incluyendo la lectura de paneles y el documental de 15 minutos.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles, y el transporte cercano también lo es.
Sí, ofrecen guías en francés, alemán, italiano y español.
Sí, los niños son bienvenidos pero deben ir acompañados por un adulto.
Incluye acceso a artefactos, paneles con historias de la hambruna y el documental de 15 minutos.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del museo.
Los animales de servicio están permitidos dentro del museo.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden usar cochecito o carriola durante la visita.
Tu visita incluye entrada a todas las áreas con artefactos originales y paneles sobre la historia de la Gran Hambruna en Irlanda, además del documental de 15 minutos. Hay guías de traducción en francés, alemán, italiano y español para que sigas la exposición cómodamente en tu idioma.
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