Camina por Birmingham con guías locales que conocen cada recoveco de sus canales y calles. Escucharás historias desde los pioneros industriales hasta artistas contemporáneos, y disfrutarás momentos especiales como detenerte en memoriales o asomarte a antiguos colegios. Incluye sistema de audio y un libro firmado para llevar a casa —quizá veas la ciudad con otros ojos.
—¿No eres de por aquí, verdad? —me sonrió Jonathan mientras me entregaba un pequeño receptor para el sistema de audio frente a la Biblioteca de Birmingham. Me había quedado mirando esa estructura dorada y negra, que parece una joya en medio de Centenary Square. Éramos solo un grupo pequeño, todos ajustándonos los auriculares (yo olvidé los míos, pero tenían de sobra), y arrancamos. El aire olía a metal cerca de las esclusas del canal —quizá solo era mi imaginación, o tal vez esos siglos de industria siguen impregnados en los ladrillos.
Nos deslizamos por Brindleyplace, donde viejos almacenes se apoyan en torres de cristal reluciente. Michael nos explicó cómo el canal se curva como si esquivara algo invisible —todo obra de ingenieros georgianos que desconfiaban de las líneas rectas. En un momento, junto al Hall of Memory, una pareja mayor se detuvo a escuchar; Jonathan nos habló de las placas art déco de William Bloye que hay dentro, y juro que por un instante la ciudad pareció guardar silencio. Pensaba en todas esas capas: la ambición victoriana, la reconstrucción tras la guerra, ahora las oficinas de la BBC en lo que antes fue una central de correos. Es curioso cómo las ciudades se van plegando sobre sí mismas.
No soy muy fan de la arquitectura (nunca pensé que diría “pórtico” en voz alta), pero ver de cerca las columnas del Birmingham Town Hall me dieron ganas de acariciar la piedra. Nuestro guía se rió cuando pregunté si la gente se pierde en Chamberlain Square con las obras —“Todo el tiempo”, dijo, “pero eso es parte de la diversión”. Terminamos en la biblioteca con los pies cansados y un libro firmado por Jonathan (me hizo un garabato rápido). La ciudad se sentía distinta después de recorrerla así —más profunda, menos acelerada. Sigo pensando en esa vista desde The Cube.
La ruta dura unas dos horas y comienza a la 1:30 pm.
El recorrido inicia y finaliza en la Biblioteca de Birmingham.
Sí, la mayoría de las rutas son accesibles, pero conviene avisar por correo si vas en silla de ruedas para hacer ajustes.
Sí, bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o carrito durante el paseo.
Puedes traer auriculares con conector de 3.5 mm o te proporcionan unos nuevos.
Verás sitios como Brindleyplace, Hall of Memory, Chamberlain Square, Symphony Hall, Ikon Gallery y Birmingham Town Hall.
Sí, hay varias opciones de transporte público cerca de la Biblioteca de Birmingham, punto de encuentro.
Los tours los conducen expertos locales como el autor Jonathan Berg o el especialista en arquitectura Michael Harrison.
Tu tarde incluye el uso de un sistema de audio en vivo (con receptores y auriculares opcionales), la guía de expertos locales por los principales puntos del centro de Birmingham como Brindleyplace y Chamberlain Square, y un libro firmado Discovering Birmingham para cada grupo como recuerdo antes de regresar.
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