Prepárate para descubrir el este de Bali: pasea por las calles ancestrales de Tenganan, refréscate en las piscinas reales de Tirta Gangga, captura la icónica foto en la Puerta del Cielo del templo Lempuyang y relájate en la arena blanca de la Playa Virgen. Un tour privado que combina cultura, paisajes y descanso a tu ritmo.
“¿Ves eso?” nos preguntó el conductor mientras serpenteábamos por caminos estrechos rodeados de palmeras de coco. Señalaba el pueblo de Tenganan, donde la mañana transcurría lenta y tranquila, solo interrumpida por el suave sonido del gamelán que llegaba desde una casa familiar. Caminando entre muros de piedra y puertas de bambú tejidas, noté cómo todos se conocían; una mujer nos sonrió mientras tejía tela geringsing, sus manos moviéndose con un ritmo casi hipnótico. El aire olía a humo de madera y algo dulce, quizás de las ofrendas que había en las puertas.
Más tarde, las piscinas de Tirta Gangga brillaban bajo el sol de la tarde. Nuestro guía nos contó que la familia real de Karangasem construyó este palacio de agua en 1948, pero lo que más me quedó fue la fresca bruma de las fuentes sobre mis brazos y cómo los peces koi nadaban entre mis tobillos mientras cruzaba los senderos de piedra. De fondo, se escuchaban risas de niños persiguiéndose entre estatuas de dioses y dragones.
El camino hasta el templo Lempuyang fue largo, unas dos horas subiendo por colinas envueltas en niebla, pero valió cada curva. En la Puerta del Cielo, la gente esperaba pacientemente para tomar la foto entre esos pilares tan famosos, con el monte Agung flotando al fondo como un cuadro. Las nubes llegaron rápido, así que un momento veías todo claro y al siguiente estabas rodeado de niebla blanca, con solo el eco de las campanas del templo.
Terminamos en la Playa Virgen (que los locales llaman Pantai Putih), donde la arena era suave y casi como polvo bajo los pies. Había poca gente, solo algunas familias descansando bajo sombrillas y pescadores recogiendo redes más adelante. Me tomé una bebida fría en una de las pequeñas cafeterías justo en la arena y me quedé escuchando el sonido de las olas antes de regresar.
¡Sí! Es ideal para familias. El tour es flexible para todas las edades; los bebés pueden ir en cochecito o sentados en el regazo de un adulto durante el traslado.
El trayecto suele durar entre 2 y 2.5 horas, dependiendo del tráfico y el clima.
No es necesario, en la Playa Virgen ya están incluidos tumbonas y sombrillas como parte del tour.
Sí, el transporte es accesible para sillas de ruedas durante todo el recorrido, incluyendo la recogida en el lobby del hotel.
Tu día incluye transporte privado en vehículo con aire acondicionado y agua embotellada. Contarás con un conductor que habla inglés y conoce todos los atajos locales, recogida en tu hotel en Candidasa o alrededores, y al llegar a la Playa Virgen, tumbonas y sombrillas listas para ti sin costo extra.
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