Recorre Budapest en Segway con un guía local: cruza el Puente Elisabeth, para a tomar pastel en Ruszwurm, rodea la Isla Margarita con su fuente musical y disfruta las vistas del Parlamento desde el Bastión de los Pescadores. Risas, momentos de calma inesperados y panoramas que recordarás mucho tiempo.
Casi me caigo del Segway antes de salir del pequeño patio en Pest. Nuestro guía, Zoltán, solo sonrió y dijo: “Al principio todos se tambalean.” Tenía razón. Diez minutos después ya estábamos deslizándonos—bueno, casi deslizándonos—por el Puente Elisabeth con el Danubio bajo nuestros pies y la ciudad desplegada a nuestro alrededor. El viento estaba frío esa mañana y podía oler pasteles de algún lugar cercano (quizá solo quería creerlo). Es increíble cómo pasas de nervioso a emocionado cuando recorres Budapest así.
Zoltán no paraba de contar historias mientras pasábamos por la colina Gellért y el Bazar del Jardín del Castillo—mitad clase de historia, mitad monólogo cómico. En la Plaza Clark Ádám señaló hacia el Puente de las Cadenas y nos habló del arquitecto británico que lo diseñó; no esperaba que me interesara, pero de repente sí. Hicimos una pausa en el Bastión de los Pescadores, que parecía sacado de un cuento de hadas, aunque yo estaba más pendiente de no dejar caer el móvil mientras hacía fotos. La vista hacia Pest es impresionante—el Parlamento brillando al sol, tranvías avanzando lentamente junto al río. Entramos en la pastelería Ruszwurm para probar un pastel (la más antigua de Budapest, dicen) y todavía recuerdo esa capa cremosa que me comí.
Después del café, manejar el Segway fue casi demasiado fácil. La Isla Margarita estaba más tranquila de lo que esperaba—solo se oían pájaros y el chapoteo de la fuente musical en acción. Algunos locales pasaban corriendo sin apenas mirarnos; para ellos, quizás, esto es un martes cualquiera. Al volver hacia el Parlamento y ver esos zapatos de bronce en la orilla del río—el memorial—me quedé en silencio un momento. No esperas que un tour en Segway por Budapest te toque tanto, pero así fue.
En la Plaza de la Libertad mis piernas vibraban y no sabía si era por los nervios, la emoción o ambas cosas. La Basílica de San Esteban se alzaba delante, toda de piedra y vidrieras, con gente saliendo hacia la Avenida Andrássy, donde todo parecía más vivo y luminoso que antes. Zoltán nos despidió al final con una foto (tomó unas veinte) y dijo que la próxima vez deberíamos probarlo en invierno, cuando todo huele a chimenea y vino caliente. Quizá lo haga.
El tour dura unas 3 horas, incluyendo el tiempo de práctica.
Sí, hay una breve parada en la pastelería Ruszwurm para tomar café o pastel cerca de la Iglesia de Matías.
Verás el Puente Elisabeth, la Estatua de Gellért, el Bazar del Jardín del Castillo, la Plaza Clark Ádám, el Bastión de los Pescadores, la Iglesia de Matías, la Isla Margarita con su espectáculo de fuentes, el Parlamento, la Plaza de la Libertad, la Basílica de San Esteban, la Avenida Andrássy y más.
Sí, se incluye tiempo para practicar antes de empezar la ruta principal.
Todos los participantes reciben casco como parte del tour.
El tour incluye tiempo de práctica para que los principiantes se sientan cómodos antes de salir.
Sí, hay paradas para fotos durante todo el recorrido; el guía te ayudará a sacar fotos si quieres.
No se recomienda para embarazadas ni personas con lesiones en la columna.
Tu día incluye uso personal del Segway con casco tras una sesión de introducción guiada; paradas para fotos en lugares clásicos como el Bastión de los Pescadores; grabación en vídeo si quieres; además de una pausa para café o pastel en la pastelería Ruszwurm antes de regresar al centro de Pest.
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