Sumérgete en el mundo del chocolate hondureño en Roatán Chocolate Factory, probando sabores únicos antes de crear tu propia barra desde cero. Con una guía local que comparte historias y consejos, transporte incluido y muchas risas, esta experiencia te acompañará mucho después de dejar la isla.
Confieso que me apunté a la clase de chocolate en Roatán Chocolate Factory más por curiosidad — y quizás porque nunca digo que no a las muestras gratis. Apenas entras, el aroma a cacao tostado te envuelve, una mezcla dulce y terrosa al mismo tiempo. Nuestra guía, Ana, nos llamó con las manos llenas de polvo de cacao y comenzó a contarnos cómo se hace el chocolate hondureño desde cero aquí mismo. Tenía una forma de explicar que parecía menos una clase y más una historia que su abuela le habría contado.
Probamos distintos tipos de chocolate — algunos tan oscuros que casi tenían sabor ahumado, otros con chile o coco mezclados. Creo que comí más de lo que debería antes de empezar a hacer nuestras propias barras (sin arrepentimientos). El proceso fue más desordenado de lo que esperaba; tenía las manos pegajosas y me robaba mordiscos cuando Ana no miraba. En la mesa de al lado había una familia de Tegucigalpa que se reía cada vez que alguien dejaba caer una cuchara o intentaba pronunciar “conchado” bien. Todo fue muy relajado, sin prisas — solo gente disfrutando algo sencillo juntos.
¿Lo mejor? Te llevas a casa lo que haces. Mi barra quedó un poco torcida, pero sabía a chocolate de verdad, no a esos que venden en los aeropuertos. Incluso organizaron el transporte desde mi hotel, lo que me salvó de intentar entender cómo funcionan los taxis en West End (soy un desastre con las direcciones). Si estás de paso en un crucero, se adaptan a tu horario para que no pierdas el barco — Ana bromeó que nunca ha perdido a nadie aún. Sigo pensando en esa primera mordida de chocolate caliente que hicimos nosotros mismos; es uno de esos momentos pequeños que se quedan contigo.
Las clases suelen comenzar a las 2:00 pm, pero se pueden ajustar según disponibilidad y tus necesidades.
Sí, el transporte privado está incluido para los participantes de la clase.
Sí, los visitantes de cruceros pueden participar si reservan con tiempo para volver a su barco a tiempo.
Sí, después de la clase te llevas tu barra de chocolate hecha a mano.
Sí, es familiar y adecuada para todas las edades y niveles de condición física.
Sí, probarás varios tipos de chocolate orgánico 100% hondureño durante la visita.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de la fábrica.
Tu experiencia incluye transporte privado con aire acondicionado, tour guiado por Roatán Chocolate Factory con muchas oportunidades para probar chocolate, una clase práctica para hacer tu propia barra y horarios flexibles para pasajeros de cruceros o huéspedes de hoteles.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?