Disfruta de seis bocados diferentes en Venice Beach — desde bowls de açai hasta tacos de pescado crujientes — mientras tu guía local te cuenta historias sobre arte urbano, leyendas de Muscle Beach y esos tranquilos canales. Prepárate para dedos pegajosos, sabores inesperados y momentos que recordarás mucho después de dejar el malecón.
“Tienes que probar esta con salsa verde, confía en mí,” sonrió Marco, nuestro guía, ya a medio devorar su empanada. Ni sabía que había una panadería argentina escondida detrás de ese mural del pulpo en Rose Ave. El aire olía a masa frita y sal marina, una mezcla rara pero que, la verdad, encaja perfecto en Venice Beach. Apenas empezaba el tour gastronómico y ya tenía las manos pegajosas del bowl de açai (Sambazon, según Marco, un favorito local), intentando no mancharme la camiseta. No tuve mucha suerte.
La palabra clave aquí es “tour gastronómico Venice Beach,” pero nadie en la calle parecía preocuparse por eso — solo risas y el ruido de las ruedas de skate pasando. Caminamos hacia los canales, donde todo se volvió más tranquilo por un momento. Hay algo en esos puentes antiguos y en cómo la gente saluda desde sus porches que te hace olvidar que estás en Los Ángeles. Marco nos señaló dónde empezó el plan original de Abbot Kinney — no tenía idea de que toda esta zona fue creada por el hombre. A veces se olía jazmín o alguien asando carne cerca, y me volvió a dar hambre aunque acabábamos de comer.
Después llegaron los tacos de pescado (crujientes, jugosos, con una salsa picante que me cosquilleaba los labios) justo en el malecón, y luego bocados de churro waffle que me dejaron azúcar con canela bajo las uñas por horas. Había artistas callejeros por todos lados — un tipo equilibrado en una escalera cantando covers de Stevie Wonder — y Muscle Beach era tan salvaje como te imaginas. El grupo no paraba de hacer fotos a los graffitis o preguntarle a Marco por alguna historia loca de LA; siempre tenía una lista lista. Intenté pronunciar “quesabirria” bien y fallé por completo — Marco se rió y me dio puntos por el intento.
Sigo pensando en lo lleno que me sentía caminando de regreso por la arena, viendo a los locales jugar voleibol con sudaderas porque la brisa se había levantado. No era nada fancy ni perfecto, pero cada bocado sabía mejor por dónde estábamos y a quién conocimos en el camino.
El tour incluye seis degustaciones: bowl de açai Sambazon, empanada argentina, bocados de churro waffle, un plato secreto especial, taco de pescado crujiente y quesabirria con consomé.
Sí, todas las áreas y superficies del tour en Venice Beach son accesibles para sillas de ruedas.
Si avisas con anticipación, harán lo posible para acomodar tus necesidades dietéticas.
No incluye recogida en hotel; hay opciones de transporte público cerca.
Se camina bastante por Venice Beach, por lo que se recomienda llevar calzado cómodo.
Los bebés pueden unirse; deben ir en el regazo de un adulto o en cochecito durante el recorrido.
No se permiten mascotas en estos tours de comida.
Tu día incluye paseos guiados por los canales y malecón de Venice Beach con seis degustaciones diferentes—bowl de açai Sambazon, empanada argentina, bocados de churro waffle, nuestro plato secreto (no te lo arruino), taco de pescado crujiente y quesabirria con consomé—todo acompañado por un guía local que mantiene la energía desde el principio hasta el final.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?