Sentirás cómo los nervios se transforman en risas mientras vuelas sobre el dosel de árboles de Tampa Bay con guías locales. Cruza puentes que se balancean, enfrenta el circuito de cuerdas y termina con un salto lleno de adrenalina, para luego recuperar el aliento bajo el sol de Florida. Un día que recordarás cada vez que veas un cable entre árboles.
No tenía muy claro qué esperar cuando llegamos a Mobbly Bayou en Oldsmar, solo sabía que mis manos ya estaban un poco sudorosas. Había una mezcla de sal en el aire y protector solar, ¿sabes ese olor tan típico de Florida? Nuestro guía, Marcus, sonreía como si hubiera visto ese nerviosismo mil veces. Nos ayudó a ponernos los arneses (no fue tan incómodo como pensaba) y soltó un chiste sobre “sin ardillas voladoras hoy”. Eso ayudó. Todo el grupo se sentía muy local: relajado pero súper cuidadoso con la seguridad, lo que me tranquilizó antes de la primera tirolesa.
La primera vez que me lancé desde la plataforma, el estómago me dio un vuelco como en una montaña rusa. Se oye el zumbido del cable y de repente estás volando sobre los árboles con Tampa Bay saludándote desde abajo. Por un momento es un ruido fuerte —el viento en los oídos— y luego solo silencio, salvo por alguien que gritaba de emoción detrás de mí (seguro que fue mi primo). Cada tirolesa es distinta; unas más largas, otras más rápidas. La parte del circuito de cuerdas altas me sorprendió —las cuerdas apretaban las palmas, el sol se colaba entre los pinos y Marcus nos animaba desde abajo. Nos llamó “el equipo precavido” después de que dudara en el puente colgante (que se mueve mucho más de lo que parece).
Todavía recuerdo esa vista desde la mitad del puente —el agua extendiéndose más allá de los manglares, pelícanos flotando como si fueran dueños del lugar. Las piernas me temblaban después del salto con autoasegurador al final (da más miedo mirar hacia abajo que hacerlo), pero para entonces todos estábamos riendo. Incluso tenían agua fría esperándonos cuando nos quitamos el equipo. Nos quedamos charlando con otra familia que venía de St. Pete —al parecer uno de sus hijos hizo las cinco tirolesas ¡de espaldas! No sé si creerlo.
La aventura guiada dura alrededor de 2 horas de principio a fin.
Sí, al llegar te entregan todos los arneses y equipos necesarios.
La edad mínima es 7 años; el peso debe estar entre 32 kg y 122 kg.
Sí, los guías locales están contigo en todo momento para garantizar seguridad y apoyo.
Las excursiones se hacen con lluvia o sol; solo se suspenden temporalmente si hay tormentas eléctricas.
Usa zapatos cerrados y ropa cómoda para caminar; evita camisetas sin mangas o pantalones cortos por los arneses.
Sí, se proporciona agua para mantenerte hidratado mientras estás en el circuito.
La aventura es en Mobbly Bayou Wilderness Preserve en Oldsmar, a minutos de Tampa, Clearwater y las playas de St. Pete.
Tu día incluye alquiler completo de equipo —arneses y cascos— y la guía de personal local en cada tirolesa y sección del circuito. También hay agua disponible mientras estás en las plataformas o entre recorridos para que disfrutes sin sed antes de volver al sol de Florida.
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