Recorre las carreteras serpenteantes de Red Rock Canyon en bici eléctrica, comenzando justo después de la recogida en tu hotel de Las Vegas. Con todo el equipo incluido y consejos de un guía local, marcarás tu propio ritmo entre acantilados de arenisca y aire abierto del desierto. Prepárate para risas, momentos de calma, snacks al borde del camino — y quizá una nueva forma de ver los espacios abiertos.
Bajamos de la furgoneta en Summerlin, parpadeando un poco — es curioso lo rápido que se deja atrás el neón y el ruido de Las Vegas. La mañana estaba seca y fresca, no fría del todo pero sí lo suficiente para cerrar la chaqueta. Marco, nuestro guía, repartió cascos y nos dio una explicación rápida pero completa sobre las e-bikes. Tenía una manera de hacer que las normas de seguridad sonaran como consejos de amigo (“No frenes muy fuerte en las bajadas a menos que quieras conocer un cactus de cerca,” bromeó). Nunca había montado una bici eléctrica — para ser sincero, estaba nervioso de meter la pata — pero tras unas vueltas tambaleantes en el parking, empezó a sentirse natural.
El primer tramo dentro de Red Rock Canyon fue casi demasiado fácil; solo pedaleas un poco y el motor te lleva suave bajo ti. El aire olía a polvo dulce, como a salvia después de la lluvia (aunque no había llovido en días). Pasamos a un par de senderistas saludando desde un camino, luego se hizo silencio salvo por el crujir de nuestras ruedas sobre la grava. De vez en cuando parábamos solo para admirar esos acantilados rojos de arenisca — a veces parecen pintados. En un momento mi amigo intentó ganarme en una subida (perdió), y los dos terminamos riendo tanto que tuvimos que parar para beber agua.
No dejaba de pensar en lo distinto que es esto del Strip — sin multitudes, solo espacio, luz y esas formaciones rocosas increíbles. El circuito sube más de lo que imaginas (unos 1,460 metros), pero con la bici eléctrica casi ni lo notas, salvo cuando el viento te tira de las mangas. En un mirador todo quedó en silencio por un minuto; recuerdo ese silencio más que nada. Comimos unas barritas de granola mientras veíamos cómo las sombras se movían sobre las rocas. Es curioso lo rápido que te sientes pequeño ahí afuera — y en el mejor sentido.
Sí, incluye recogida y regreso a todos los hoteles de Las Vegas.
No hace falta experiencia; te enseñan antes de empezar a pedalear.
Se requieren zapatos cerrados; viste ropa cómoda para el desierto y lleva capas por si hace fresco.
Incluyen agua embotellada y snacks para el recorrido.
Los ciclistas deben tener 14 años o más (acompañados por un adulto), medir al menos 1.52 m y pesar menos de 120 kg.
El circuito de ida tiene unos 21 km por Red Rock Canyon.
No, por seguridad no se acepta a mujeres embarazadas.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en cualquier punto de Las Vegas, todo el equipo necesario como casco y bici eléctrica, agua embotellada para mantenerte hidratado y snacks para el camino — todo listo para que solo disfrutes pedaleando por el paisaje salvaje de Red Rock Canyon a tu ritmo.
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