Te pondrás ropa impermeable pesada en el centro de Ketchikan, tomarás café caliente mientras el Zodiac se aleja de la ciudad y verás águilas o nutrias a lo largo de las orillas del bosque Tongass. Con una tripulación local guiando cada giro por las aguas del Inside Passage, cada instante es impredecible, a veces tranquilo, a veces salvaje. Volverás con los labios salados y una sonrisa de oreja a oreja.
El agua golpea el casco del Zodiac con un sonido “slap-slap” más intenso de lo que esperaba, como si el océano quisiera que prestáramos atención. Nos encontramos con nuestro capitán y naturalista justo en Thomas Street, en el centro de Ketchikan (fácil de ubicar, incluso si te pierdes un poco como me pasó a mí). Nos entregaron unos impermeables gruesos y botas que me hicieron sentir como un pescador, lo que le dio un toque especial a la excursión, como una vibra aventurera al estilo Machu Picchu o Cusco, pero en Alaska. El café que nos dieron estaba caliente y fuerte, y ya se olía la mezcla de sal y cedro antes de zarpar. Todos bromeaban sobre lo ridículos que nos veíamos con el equipo, pero nadie le daba importancia; era como si compartiéramos un secreto.
Al alejarnos de las multitudes de cruceros, el silencio se apoderó del ambiente. Nuestro guía empezó a contar historias, no solo datos, sobre el puerto de trabajo de Ketchikan y cómo aquí la gente sigue mirando las mareas más que el reloj. A un lado, el bosque nacional Tongass se extendía verde y sin fin; al otro, playas de arena negra donde las nutrias jugaban como si fueran dueñas del lugar. Intenté avistar un águila calva antes que nadie, pero fallé estrepitosamente (otro vio tres antes que yo). En un momento nos acercamos a unas rocas cubiertas de estrellas de mar naranjas brillantes, parecían de mentira hasta que te das cuenta de que aquí nada es plástico. El aire tenía un sabor tan salado que mis labios quedaron arenosos tras una hora, no molesto, sino auténtico.
No pensé que me engancharía tanto buscando focas o marsopas, pero el capitán reducía la velocidad cada vez que alguien creía ver algo moverse en el agua. A veces solo era alga marina (te juro que engaña), pero de repente aparecía un destello o un golpe de cola lejos en la proa. Hubo un momento en que todos nos quedamos en silencio porque creímos escuchar un soplo de ballena, aunque no era nada, pero esos segundos parecían llenos de magia, como si cualquier cosa pudiera pasar. Eso es lo que más me quedó de esta aventura en el océano salvaje de Alaska: siempre estás esperando la próxima sorpresa.
El tour en Zodiac dura aproximadamente 2.5 horas en el agua.
Sí, se ofrece transporte desde los muelles del centro con al menos 48 horas de anticipación.
Podrás ver águilas calvas, nutrias de río, ciervos negros de Sitka, estrellas de mar, focas, leones marinos, marsopas, ballenas (incluyendo orcas) y varias aves.
El tour parte del Thomas Basin Boat Harbor en el centro de Ketchikan, en 124 Thomas St.
Sí, incluyen ropa impermeable completa con petos, chaquetas, botas impermeables, bolsas secas para tus pertenencias y chalecos salvavidas aprobados por la USCG.
Durante la expedición ofrecen café o té caliente y un snack ligero.
Es apto para todos los niveles físicos, pero no se recomienda para personas con lesiones en la columna.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour en Zodiac.
Tu día incluye transporte desde los muelles del centro si lo necesitas (solo avísalo con anticipación), ropa impermeable completa con botas y bolsa seca para tus cosas, chalecos salvavidas aprobados por la USCG para tu seguridad, además de café o té caliente y un snack ligero mientras exploras las aguas de Ketchikan en busca de fauna antes de regresar al Thomas Basin Boat Harbor.
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