Comenzarás justo en Cocoa Beach Pier con un instructor local que realmente hace que aprender sea divertido — prepárate para rodillas llenas de arena y muchas risas. Practicarás ponerte de pie en la tabla antes de lanzarte al Atlántico con olas de verdad. Aunque te caigas (y seguro pasará), esa sensación de logro se queda contigo mucho después de terminar.
Ya estábamos riendo antes de tocar el agua — quizás fue por cómo nuestro instructor, Mike, me pasó la tabla como si fuera un sándwich gigante. El Atlántico se veía algo movido pero no daba miedo, y había una brisa salada que me pegaba el pelo en la frente. Mike empezó justo en la arena del Cocoa Beach Pier, mostrándonos cómo ponernos de pie rápido (me caí dos veces solo practicando). No paraba de repetir: “Todo es cuestión de timing, no de fuerza”, y no lo entendí bien hasta después.
Cuando entramos al mar, todo cambió — el agua estaba más fría, el ruido más fuerte, y la experiencia mucho más real de lo que esperaba. La primera ola me tiró al suelo y tragué más agua de la cuenta (salada no le hace justicia), pero Mike solo sonrió y dijo: “Así te da la bienvenida Cocoa Beach.” Había algunos locales también, que nos miraban con aprobación mientras remaban. Traté de imitar su estilo relajado, pero la mayoría del tiempo solo me movía sin control. Aun así, cada vez que lograba pararme aunque fuera un par de segundos, sentía que había ganado algo pequeño pero importante.
Lo que más me llamó la atención fue la paciencia de Mike — nunca nos apuró ni nos hizo sentir tontos por caer. En un momento señaló un pelícano rozando las olas y comentó que hay que mirar el agua como ellos. Eso se me quedó grabado. Al final de la hora, tenía los brazos como gelatina y las rodillas llenas de arena, pero no podía dejar de sonreír. Es una mezcla rara de cansancio y felicidad que te da probar algo nuevo frente a extraños que terminan animándote.
La clase dura una hora de principio a fin.
Sí, la tabla de surf está incluida en la clase.
Te encontrarás con el instructor en Cocoa Beach Pier.
Sí, estas clases están pensadas para quienes nunca han surfeado.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de Cocoa Beach Pier.
Se permiten animales de servicio en esta actividad.
No se recomienda para personas embarazadas, con lesiones en la columna o problemas cardiovasculares.
Tu experiencia incluye un instructor local amable que te guía en cada paso y el uso de una tabla durante tu tiempo en Cocoa Beach — solo necesitas traje de baño y ganas de aprender.
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