Recorre el corazón medieval de Trujillo con un guía local que da vida a sus castillos y palacios. Descubre patios escondidos, historias de exploradores y reinas, paradas para fotos en fachadas renacentistas y momentos de calma dentro de iglesias antiguas. Esa sensación te acompaña mucho después de dejar atrás esas calles de piedra.
¿Te has preguntado cómo se siente estar en la misma plaza donde los conquistadores planeaban sus próximos pasos? Yo no, la verdad, hasta que llegamos a la Plaza Mayor de Trujillo y nuestra guía empezó a señalar los viejos palacios que rodean la plaza. El aire tenía ese aroma seco y un poco polvoriento típico de Extremadura, y alguien tocaba la guitarra bajo los arcos (no para nosotros, solo practicando). Rodeamos la estatua ecuestre de Francisco Pizarro — había visto fotos antes, pero en persona es como más… directa. Parece que va en serio. Lucía, nuestra guía, nos contó que su hermano Hernando mandó construir el castillo en 1562. Me gustó cómo se detenía para que pudiéramos sacar fotos o simplemente admirar algún detalle de piedra desgastada — sin prisas.
Nos metimos por callejones estrechos detrás de la plaza, pasando por el Palacio de San Carlos con su fachada plateresca tallada. Las murallas aquí se sienten muy cerca — rozas la piedra rugosa al pasar. Lucía nos mostró las casas fuertes donde durmieron los Reyes Católicos durante las guerras (traté de imaginar cómo se movían por estos callejones con sus pesadas túnicas). De vez en cuando se paraba en alguna puerta o torre para contarnos alguna curiosidad — como que María de Escobar vivió en una de estas casas antes de llevar semillas de trigo a Perú. Eso me quedó grabado: cómo unas pocas semillas de este pueblo tranquilo cambiaron la comida en otro continente. Curioso lo que se queda en la memoria.
Las iglesias están por todas partes, algunas escondidas tras pesadas puertas, otras dominando pequeñas plazas. Una tenía un retablo hispano-flamenco de Fernando Gallego que captaba la luz de la tarde — hojas de oro brillando contra la piedra fría. Hubo un momento en que Lucía señaló un grabado diminuto que yo habría pasado por alto; se rió cuando entrecerré los ojos tratando de descifrar las caras. Para entonces mis pies ya estaban cansados, pero no me importaba — hay algo en perderse por pueblos antiguos que hace que el tiempo se sienta distinto. Terminamos cerca de una de las antiguas puertas, la Puerta del Triunfo, y nos quedamos un rato viendo a los niños correr y jugar alrededor de las piedras.
No hay una duración exacta, pero es un recorrido completo a pie por los principales monumentos dentro de las murallas medievales.
Sí, es apto para todos los niveles físicos y los bebés o niños pequeños pueden ir en cochecito o silla de paseo.
El tour es gratuito; se recomienda dar propina al guía.
No, no incluye recogida en hotel; el punto de encuentro es en la Plaza Mayor.
Visitarás la Plaza Mayor, palacios renacentistas como el Palacio de San Carlos, murallas medievales, casas fuertes, iglesias, torres y antiguas puertas como la Puerta del Triunfo.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour.
Sí, hay opciones de transporte público cerca.
Tu día incluye un tour guiado a pie por el Trujillo histórico y monumental, visitando castillos, palacios, casas fuertes de distintas épocas, iglesias con obras destacadas como el retablo de Fernando Gallego, puertas de la ciudad como la Puerta del Triunfo, todo de la mano de un experto local. Se recomienda dejar propina al guía al final del recorrido.
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