Si buscas fotos reales y sin poses en Barcelona, sin esperas ni sentirte incómodo, esta es tu mejor opción. Tendrás imágenes naturales en los rincones más chulos del Barrio Gótico y consejos de alguien que conoce la ciudad al dedillo.
Quedamos frente al Hotel Colón, un lugar fácil de encontrar, justo enfrente de la catedral. Mike ya estaba allí, cámara en mano y con una sonrisa que nos hizo sentir cómodos al instante. El aire traía ese leve aroma a café que salía de la cafetería de la esquina, y se escuchaban músicos callejeros calentando cerca. Sin multitudes ni colas, solo nosotros recorriendo esas estrechas calles de piedra, riéndonos de nosotros mismos mientras Mike soltaba bromas y disparaba fotos.
Normalmente no me gusta que me tomen fotos, pero esto no se sintió para nada incómodo ni forzado. Mike nos daba pequeñas indicaciones (“¡caminen hacia mí como si llegaran tarde a las tapas!”), así que terminamos con imágenes que realmente nos representan, nada rígido ni cursi. Conocía todos esos rincones escondidos donde la luz caía perfecta, y nunca tuvimos que esperar a que los turistas se movieran. Incluso mi pareja (que odia las fotos) estaba relajada al final.
Todo duró alrededor de una hora, pero se pasó volando. Más tarde ese mismo día recibimos un enlace a nuestra galería: más de 100 fotos, además de 25 editadas listas para Instagram o lo que queramos. Mike incluso nos recomendó sus lugares favoritos para tomar vermut y comer churros después de la sesión. Honestamente, se sintió más como pasar el rato con un amigo que además es un crack con la cámara.
¡Por supuesto! La ruta es plana y accesible para cochecitos y sillas de ruedas.
Recibirás la galería completa en menos de 24 horas, tiempo suficiente para compartirlas mientras sigues en Barcelona.
Aquí no hay poses incómodas. Te darán indicaciones sencillas para capturar momentos naturales, nada de cosas forzadas.
Nos vemos frente al Hotel Colón Barcelona, justo junto a las escaleras de la catedral — ¡imposible perderse!
Disfrutarás de una sesión privada de 60 minutos con un fotógrafo local, todas las fotos sin editar (normalmente más de 100), 25 imágenes profesionales editadas y entregadas rápido, además de recomendaciones personales para comer y explorar cerca.
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