Sube con tu guía a la torre de la catedral de Segovia, deteniéndote en salas llenas de historias—desde proyecciones hasta relojes antiguos—antes de salir a la torre de campanas para disfrutar de vistas panorámicas. En el camino escucharás relatos locales y verás cómo vivían familias dentro de estas paredes. Una hora que te conecta con Segovia de una forma inesperada.
Ya estábamos a mitad de la escalera de caracol cuando sentí lo gruesas que eran las paredes de piedra bajo mi mano—frías y un poco ásperas, como si guardaran secretos desde hace siglos. Nuestra guía, Marta, acababa de señalar una ventana pequeña desde donde se veía el tejado desigual y calentado por el sol de Segovia. Se rió cuando le pregunté si no se cansaba de subir estas escaleras todos los días (“¡Nunca! Bueno... quizás en febrero,” dijo). El aire olía a madera vieja y a algo casi metálico de las campanas arriba.
La primera parada fue en una sala oscura donde proyectaban un video mapping—pensé que sería aburrido, pero resultó ser casi hipnótico. Imágenes en 3D aparecían sobre las piedras, mostrando cómo era la catedral hace siglos. Se oían campanadas lejanas a través de la pared, lo que hacía que no pareciera un museo, sino como si hubieras entrado en la memoria de alguien. Marta contó que la familia del campanero vivía justo aquí, en la torre. Intenté imaginar a niños corriendo por aquí—parecía imposible con tantas escaleras.
En la sala del reloj, todo olía a polvo y a maquinaria antigua. Había un banco de madera junto a una ventana donde Marta nos dejó sentarnos un momento (mis piernas lo agradecieron). Nos explicó cómo funcionaba el mecanismo del reloj—tantos engranajes y palancas—y contó una vez que se paró durante una fiesta y todos se pusieron nerviosos porque nadie sabía a qué hora empezaba la misa. Eso me hizo reír; supongo que hay cosas que nunca cambian.
La última subida hasta la torre de las campanas fue más empinada de lo que esperaba. Cuando finalmente salimos a ese estrecho balcón casi a 88 metros de altura, Segovia se desplegaba bajo nosotros—tejas, torres, plazas llenas de gente que parecían puntos diminutos. El viento era cortante; tuve que sujetar el móvil fuerte para que no se volara. A veces aún recuerdo esa vista cuando escucho campanas en casa—no es algo que se olvide fácilmente.
La visita guiada dura aproximadamente 60 minutos.
Visitarás cuatro puntos: Sala Audiovisual, Casa de las Campanas, Sala del Reloj y Torre de las Campanas.
Sí, tu entrada incluye la visita libre a la catedral antes o después del tour guiado.
Sí, hay visitas guiadas en inglés todos los días a las 15:00.
No, no se recomienda para embarazadas debido a la cantidad de escaleras.
Se recomienda tener al menos una forma física moderada por las numerosas escaleras.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de la catedral de Segovia.
De mayo a octubre, los viernes, sábados y domingos hay tours nocturnos a las 21:30.
Tu experiencia incluye un tour guiado por la torre de la catedral de Segovia en inglés (disponible diariamente a las 15:00), además de entrada libre para explorar la catedral y salas de exposiciones como la Sala Santa Catalina y el Salón Capitular a tu ritmo.
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