Entrarás en el molino más antiguo de Palma para una clase práctica de cocina española, guiada por locales que disfrutan tanto contar historias como compartir recetas. Prepararás platos clásicos como tortilla y paella, y luego te reunirás en la mesa larga para disfrutar vino local y risas. No es solo comida, es sentirte parte de Mallorca por una tarde.
¿Te has preguntado cómo se siente preparar una paella en un lugar donde las paredes son más viejas que tu país? Yo no, la verdad, hasta que entramos en este antiguo molino de harina en Palma de Mallorca. El aire dentro estaba fresco y olía a polvo de harina y aceite de oliva. Ricc nos recibió con una sonrisa y un delantal (“No te preocupes, te vas a ensuciar,” dijo). Éramos unas ocho o nueve personas, un poco tímidos al principio, pero cuando alguien derramó el pimentón, todos nos reímos. Ahí fue cuando realmente se sintió como una cocina de verdad.
Picamos cebollas para la tortilla española mientras María nos contaba cómo su abuela comprobaba si las patatas estaban listas — “¡con los dedos, siempre!” decía, moviéndolos en el aire. Intenté pronunciar “sobrassada suquet” correctamente, pero Li (de nuestro grupo) solo negó con la cabeza y sonrió; seguro lo dije fatal. Esta clase privada de cocina al estilo mallorquín no solo nos enseñó recetas, sino también trucos — como por qué nunca hay que apresurar el arroz de la paella, o cómo debe temblar un poco la crema catalana cuando la tocas. El aroma a azafrán y ajo me quedó en las manos mucho tiempo después.
Después de tanto picar y remover (y probar a escondidas), nos sentamos alrededor de una gran mesa bajo vigas de madera, con copas brindando con vino local. Alguien contó la historia de su primer viaje a España; Ricc sirvió más vino y asintió atento. Hay algo en comer lo que has cocinado juntos que hace que los desconocidos se sientan menos extraños. Todavía recuerdo ese momento en que todos nos quedamos en silencio un segundo antes de empezar a comer — simplemente felices, supongo. Y sí, saqué fotos de mi paella aunque no se parecía en nada a la de María.
La clase se lleva a cabo dentro de un molino de harina restaurado del siglo XVI en el centro de Palma de Mallorca.
La experiencia es en grupo pequeño pero muy personalizada, con guía directa de anfitriones locales.
Prepararás sobrasada como aperitivo, tortilla española auténtica, paella mixta (adaptable) y crema catalana de postre.
Sí, las bebidas son ilimitadas durante toda la experiencia.
Sí, hay opciones vegetarianas disponibles si se solicitan al reservar.
La edad mínima para unirse es de 6 años.
La sesión incluye preparación y tiempo para compartir la comida; reserva varias horas para todo.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del molino.
Tu día incluye guía práctica de anfitriones locales dentro de una cocina histórica en un molino, todos los ingredientes y utensilios para preparar cuatro platos clásicos españoles juntos, bebidas ilimitadas (barra libre), muchas degustaciones durante el proceso y tiempo para sentarte con tu grupo a disfrutar vino local después de cocinar — además, puedes pedir opciones vegetarianas al reservar.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?