Prepárate para probar yoga aéreo en Maspalomas con un instructor local amable y un grupo pequeño. Estirarás, te colgarás, quizá te rías de ti mismo (yo lo hice) y te relajarás envuelto en tu hamaca — una experiencia que recordarás mucho después de dejar Gran Canaria.
“Solo déjate llevar — confía en la hamaca”, me dijo Ana sonriendo mientras dudaba. Se percibía un suave aroma a eucalipto y algo dulce (¿incienso tal vez?) mientras intentaba soltarme y colgarme boca abajo por primera vez. El estudio estaba escondido en una calle tranquila de Maspalomas, con la luz del sol colándose entre las persianas y dibujando rayas en el suelo. Éramos solo cinco, de distintas edades, pero todos parecíamos igual de nerviosos por hacer el ridículo. Yo, sin duda, lo estaba.
Empezamos despacio, balanceándonos un poco, acostumbrándonos a la sensación de estar en el aire. Ana se movía entre nosotros para ayudar — me corrigió el agarre una vez y se rió cuando mi pie se enredó (“¡No te preocupes, pasa en todas las clases!”). La palabra clave aquí es yoga aéreo, pero la verdad es que al principio parecía más un juego que ejercicio. Eso sí, a los diez minutos mis brazos ya ardían — no te das cuenta hasta que intentas sostenerte y tus músculos empiezan a protestar.
No esperaba disfrutar tanto la parte de flotar al final. Envueltos en la hamaca como en un capullo, todo se volvió silencio salvo por la respiración suave de alguien cerca y voces lejanas afuera. Fue una paz extraña — algo que no suelo sentir en casa. Al terminar, Ana repartió agua y nos contó sobre sus playas favoritas de Gran Canaria (jura que Playa de Amadores es la mejor). Al salir al cálido aire de la tarde, sentí los hombros más ligeros. Todavía recuerdo esa vista al revés de las baldosas del techo.
Sí, es para todos los niveles — no hace falta experiencia previa.
Usa ropa cómoda para moverte; las colchonetas y hamacas están incluidas.
La clase suele durar unos 75 minutos desde que llegas hasta que termina.
No se recomienda si estás embarazada o tienes glaucoma o hipertensión.
Sí, hay opciones de transporte público cerca en Maspalomas.
Tu sesión incluye colchonetas y hamacas, además de la guía de un instructor local amable en un estudio acogedor de Maspalomas; solo trae ropa cómoda y a ti mismo — lo demás está todo preparado.
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