Nadarás en calas turquesas escondidas de Mallorca con un guía local que conoce cada atajo y leyenda. Haz snorkel entre peces, atrévete a saltar desde acantilados (o no), disfruta de un picnic con vistas al mar tras una parada en el súper, y termina el día con arena en los pies y una sonrisa, con el pelo salado.
No esperaba reírme tanto antes de las 11 de la mañana, pero ahí estábamos — apretados en The Happy Van con nuestro guía (creo que se llamaba Tomás?) contando chistes en tres idiomas mientras avanzábamos por la costa fuera de Palma. Él conocía cada curva de esas carreteras. Primera parada: una playa que nunca había visto en ningún mapa. Cinco minutos entre pinos y el zumbido de las cigarras, y de repente ese azul — como si alguien hubiera subido el brillo solo para nosotros. La arena se sentía fresca bajo los pies aunque el sol ya pegaba fuerte.
Tomás repartió snorkels y escarpines (gracias a Dios por esas piedras) y nos llevó al agua. Aún recuerdo lo fría que estaba al principio, pero luego te acostumbras — bancos de peces plateados nadando alrededor de tus tobillos, trozos de alga rozando. Nos señaló pequeñas cuevas talladas en los acantilados; al parecer, los contrabandistas las usaban hace siglos. No sé si será verdad o solo una buena historia, pero me hizo mirar dos veces cada sombra bajo las rocas. Tuvimos tiempo para flotar o saltar desde un saliente bajo — al principio me eché atrás, pero al final me animé. Agua salada en la nariz, pero valió la pena.
Después de una parada rápida en el supermercado (todos discutiendo qué aceitunas comprar), hicimos picnic sobre otra cala desde donde se veía hasta donde rompían las olas contra unos bloques de piedra raros — Tomás dijo que los cortaron hace siglos para la Catedral de Palma. La comida sabía mejor de lo que debería: pan aún tibio de la panadería, tomates que olían a tomate de verdad. Más tarde visitamos piscinas naturales escondidas entre las rocas; algunos se animaron a saltar desde los acantilados otra vez (yo no esta vez). La última playa tenía antiguas torres de defensa en la colina y casas de pescadores desgastadas — casi podías imaginar cómo era Mallorca antes de que llegaran todos los hoteles.
En el camino de regreso todos estábamos en silencio, con esa felicidad cansada después de un día largo de nadar. No dejaba de pensar en ese primer destello turquesa entre los árboles — la verdad, todavía lo veo cuando cierro los ojos.
Visitarás entre tres y cuatro playas diferentes durante la excursión.
Sí, la recogida en tu ubicación está incluida con la reserva.
Sí, todos reciben snorkels y escarpines para el tour.
Sí, hay opciones privadas; solo tienes que contactar directamente con el organizador para arreglarlo.
Hacemos una parada en el supermercado para comprar comida para un picnic con vistas al mar; también hay opciones de restaurantes.
Sí, se pueden organizar horarios más tempranos para pasajeros de cruceros bajo petición.
El tour es apto para todos los niveles físicos; incluye caminatas cortas por la naturaleza.
Sí, hay transporte público disponible cerca si lo necesitas antes o después de la recogida y regreso.
Tu día incluye recogida en tu ubicación en Mallorca, uso de equipo de snorkel y escarpines en cada parada, guía local que conoce todas las calas y atajos, además de tiempo para almorzar—ya sea con comida comprada en una tienda local para un picnic con vistas al mar o en un restaurante antes de volver con el pelo salado y la piel calentada por el sol.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?