En cada copa probarás la historia de Málaga: vinos dulces servidos de barril, vermut artesanal en tiendas familiares, tapas chisporroteando para compartir en mesas llenas. Guiado por locales que conocen cada rincón y cuento, verás y saborearás mucho más de lo que esperas. La sensación perdura mucho después.
No esperaba que me sirvieran la primera copa de vino dulce de Málaga directamente de un barril de madera — la verdad, pensé que eso solo pasaba en las películas. Nuestra guía, Carmen, sonreía mientras escribía el precio en la pizarra (al parecer, aquí siempre se ha hecho así). El lugar olía a madera vieja y piel de naranja, con un toque dulce y pegajoso en el aire. Apenas comenzaba nuestro tour de vino en Málaga y ya sentía que habíamos entrado en un recuerdo familiar.
Paseamos por la Calle Larios, que estaba más animada de lo que esperaba para un martes por la noche — niños corriendo alrededor de las fuentes, parejas compartiendo cucuruchos de pescaíto frito. En la ultramarinos, Carmen nos sirvió vermut con un sabor herbal y picante; nos hizo adivinar las especias, pero yo solo seguía bebiendo. Alguien detrás del mostrador cortaba jamón tan fino que dejaba pasar la luz. Intenté decir “gracias” con la boca llena (no fue mi mejor momento).
La siguiente parada fue un restaurante pequeño cerca de la Plaza de la Constitución, donde nos apretamos alrededor de una mesa llena de platitos: gambas al pil pil chisporroteando en aceite de ajo, solomillo con salsa de Pedro Ximénez (tan rico que casi me relamo el plato — casi). Hubo risas cuando uno de nosotros pronunció mal “chistorras” en la última parada junto a la Alcazaba; hasta Carmen se rió y dijo que la mitad de sus amigos tampoco lo dicen bien. El chef salió a explicar su versión del gazpachuelo malagueño — parecía orgulloso pero un poco tímido.
Aún recuerdo cómo las luces de la ciudad iluminaban esas piedras antiguas junto a la catedral mientras caminábamos entre paradas. Hay algo especial en recorrer Málaga de noche con desconocidos que al final se sienten como amigos al llegar el postre — eso se queda contigo.
El tour guiado por la noche dura aproximadamente 3,5 horas.
Sí, incluye cuatro vinos; también hay cerveza o refrescos si prefieres.
Sí, la cena está incluida junto con degustaciones en varias paradas.
Hay opciones vegetarianas; indica cualquier necesidad al reservar.
El tour empieza en la Calle Marqués de Larios, en el centro de Málaga.
Sí, un guía profesional local acompaña toda la experiencia.
No incluye recogida en hotel, pero hay opciones de transporte público cerca.
La edad mínima para beber es 18 años.
Tu noche incluye catas guiadas de cuatro vinos diferentes (o cerveza/refrescos), degustaciones en tabernas y restaurantes históricos, cena con tapas clásicas andaluzas, y todas las historias y detalles que te contará tu guía profesional en cada parada—solo trae apetito y ganas de descubrir.
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