Si quieres descubrir Madrid sin sentirte turista, este juego autoguiado es ideal. Resuelve pistas, encuentra rincones escondidos y visita lugares emblemáticos como Plaza Mayor y Mercado de San Miguel, todo a tu ritmo.
La primera pista apareció en mi móvil justo cuando el sol empezaba a calentar los adoquines de La Latina. El aroma de churros recién hechos llegaba desde una pequeña cafetería; la verdad, era difícil no distraerse. La app nos animaba a seguir, prometiendo historias sobre el pasado más salvaje de Madrid si descifrábamos el siguiente acertijo. Sin guías con paraguas, sin grupos grandes, solo nosotros, el móvil y una ciudad llena de secretos.
Entramos en la Plaza de Oriente, donde los madrileños ya ocupaban los bancos con sus cafés matutinos. La app nos contó una historia rápida sobre el antiguo Palacio Real justo ahí, algo que nunca había escuchado en ningún tour convencional. Sentí que compartíamos un secreto con Madrid misma.
Cuando llegamos a la Plaza Mayor, los músicos callejeros empezaban a instalarse bajo esos arcos de ladrillo. Nos detuvimos un momento, sin poder evitarlo, y tratamos de resolver el siguiente enigma mientras veíamos a los niños correr detrás de las palomas por la plaza. Las pistas nos mantenían en movimiento pero sin prisas; puedes parar a tomar unas tapas o simplemente observar a la gente cuando quieras.
El Mercado de San Miguel estaba lleno de vida — jamón colgado por todas partes, vendedores gritando ofertas en un español rapidísimo. Entramos para picar algo rápido (las croquetas valen mucho la pena) y luego dejamos que la app nos guiara por otro giro en la historia de Madrid. Es increíble cuánto notas cuando no estás pegado a Google Maps ni atrapado en una multitud.
La última parada fue la Basílica de San Francisco El Grande. Las campanas sonaron justo al llegar — pura suerte — y pensé en lo fácil que es olvidarte de que estás jugando cuando estás rodeado de tanta vida real. ¿Lo mejor? Puedes hacer pausas cuando quieras; nosotros incluso paramos a tomar un helado a mitad de camino.
¡Claro! El juego es para todas las edades y niveles físicos. A los niños les encanta resolver pistas y hay mucha flexibilidad para hacer pausas o comer algo.
Para nada. Una vez que descargas todo al principio, puedes jugar sin conexión sin preocuparte por datos o WiFi.
Puedes comenzar cuando te venga bien, ya sea de día o de noche. No hay horarios fijos ni tienes que esperar a nadie.
La ruta es mayormente por calles y plazas planas. Los cochecitos y carritos son totalmente compatibles durante el recorrido.
Tu juego incluye total flexibilidad: empieza a la hora que quieras, pausa cuando necesites y retoma después. Juega en privado con tu grupo, sin multitudes ni guías. Todas las indicaciones y pistas llegan a través de una app fácil de usar que funciona offline. Se admiten animales de servicio y el transporte público está cerca por si lo necesitas.
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