Navega de Ibiza a Formentera en un catamarán privado con guías locales, parando a nadar en la barra de arena de Espalmador y hacer snorkel en Ses Salines. Prueba el paddle surf o relájate en cubierta antes de elegir comer a bordo o en un restaurante junto a la playa. La vuelta al atardecer es un recuerdo que te quedará para siempre.
“¿Ves esa línea en el agua? Es El Paso — parece poco profundo, pero puedes cruzarlo andando si no te importa mojarte los pantalones,” sonrió Nuria señalando la barra de arena entre Espalmador y Formentera. Hasta ese día no había oído hablar de Espalmador, pero resulta que solo se llega por mar. El barco — Blue Dragon — se mecía suavemente bajo nosotros mientras Marcelo me dejaba tomar el timón un rato (yo estaba nervioso, pero él solo se reía y decía, “Tranquilo, es más resistente de lo que parece”). El aire tenía ese toque salado y el viento no paraba de arrancarme el sombrero; no esperaba sentirme tan libre allá afuera.
Primera parada cerca del Parque Natural de Ses Salines. El agua estaba increíblemente clara — como si alguien hubiera subido el contraste. Sin bares ni hoteles a la vista, solo dunas y silencio, salvo el suave golpeteo del paddle surf contra el casco. Probé a hacer snorkel (la máscara siempre se me empaña) mientras algunos del grupo remaban hacia unas cuevas pequeñas en la costa rocosa. Lua, la Border Collie que iba con nosotros, no paraba de dar vueltas como si estuviera cuidando ovejas en vez de nadadores. La comida fue informal: podíamos haber comido en la cubierta (Marcelo tenía historias para cada plato), pero al final bajamos en la playa de Illetes para disfrutar de pescado a la parrilla y vino blanco frío con los pies en la arena.
La luz de la tarde en Formentera es difícil de describir — todo se vuelve dorado y rosa a la vez, y de repente solo estás en silencio, flotando entre islas sin otro lugar al que ir. De vuelta a Ibiza, Nuria puso canciones clásicas del pop español en su móvil mientras veíamos Es Vedrà oscurecerse contra el cielo. A veces todavía pienso en esa vista cuando estoy atrapado en un atasco en casa.
El crucero de día completo dura unas 8 horas, incluyendo paradas para nadar, hacer snorkel y comer.
Puedes elegir comida a bordo, llevar tu propia comida o comer en un restaurante en Illetes.
Sí, se incluyen dos paddle boards y equipo de snorkel para que los invitados los usen durante el crucero.
Sí, hay asientos especiales para bebés y las familias son bienvenidas a bordo.
El tour sale desde Ibiza; los detalles exactos se facilitan al reservar.
Sí, el catamarán cuenta con baño para uso de los pasajeros.
Puedes traer comida o bebida si prefieres no comer lo que ofrece el catering o no quieres comer en tierra.
Sí, hay WiFi disponible durante todo el día en el catamarán.
Tu día incluye recogida en el puerto de Ibiza, todos los gastos de combustible cubiertos por Nuria y Marcelo, uso de dos paddle surf y equipo de snorkel para quien quiera, WiFi para compartir fotos al instante, acceso a baño bajo cubierta — y hasta Lua, la simpática Border Collie, vigilando mientras navegas entre islas.
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