Recorrerás las callejuelas de Cádiz con un guía local, probando crujiente chicharrón, dorado pescaito frito en Plaza de las Flores, frescas papas aliñás cerca de la Torre Tavira y churros recién hechos con chocolate en el mercado. Prepárate para risas, historias detrás de cada plato y esa sensación de descubrir algo especial, bocado a bocado.
Confieso que me apunté a este tour gastronómico en Cádiz más por hambre y curiosidad, pero no esperaba reírme tanto. Nuestra guía, Carmen, nos recibió cerca del Teatro Romano y enseguida empezó a contar pequeñas historias sobre la ciudad. La primera parada fue un local diminuto donde probamos chicharrón. Parecía sencillo, solo panceta, ¿no? Pero el crujido al morderlo es otra cosa. Carmen se burló de mí por la cara que puse al primer mordisco (juro que se escuchó el eco), pero luego nos explicó que cada familia aquí tiene su propia receta para sazonarlo. El aroma era salado y cálido, como algo que quieres después de un chapuzón en el mar.
Después paseamos por la Plaza de las Flores — de verdad, había más colores de los que mi cámara podía captar — y terminamos en un bar para probar pescaito frito. Había comido pescado frito antes, pero nada tan ligero; sabía a mar sin ser pesado, si me entiendes. Nos quedamos en la barra con algunos locales que discutían de fútbol a la andaluza, moviendo las manos y riendo. Carmen nos sirvió un vino de Jerez local (antes nos preguntó la edad), que entró más suave de lo que esperaba. Todo se sintió menos como un tour y más como acompañar a alguien que conoce a todo el mundo en el pueblo.
Hubo un momento junto a la Torre Tavira donde probamos papas aliñás — patatas frías aliñadas con aceite de oliva y vinagre. Suena básico, pero después de tanto frito fue justo lo que necesitábamos. Carmen nos enseñó a comerlas con alcaparras (yo dejé caer la mitad), y nos contó cómo aquí la comida es casi una forma de hablar. No se equivocaba; cada bocado venía acompañado de una historia o un chiste de alguien cercano.
La última parada fue el mercado para churros con chocolate — espesos, dulces, casi demasiado si no vas con cuidado. El olor a masa frita mezclado con el café de los puestos cercanos me hizo querer embotellarlo. Sumergimos los churros en un chocolate caliente tan espeso que podías ponerle una cuchara (Carmen dijo que así sabes que es auténtico). A veces todavía recuerdo ese sabor cuando necesito algo que me reconforte.
El tour de tapas caminando dura unas 3 horas por el centro de Cádiz.
Probarás chicharrón, pescaito frito, papas aliñás y churros con chocolate (según temporada).
Incluye una selección de bebidas alcohólicas para mayores de 18 años; también se ofrece agua.
Sí, los niños pueden participar; menores de 18 solo reciben bebidas sin alcohol.
Pasarás por lugares como el Teatro Romano, Plaza de las Flores, Torre Tavira y visitarás el mercado.
No incluye recogida en hotel; el punto de encuentro es céntrico en Cádiz.
Por favor, contacta antes de reservar para hablar sobre alergias o movilidad.
Tu día incluye paseo guiado por el centro de Cádiz con un experto local; cuatro o cinco degustaciones generosas como chicharrón, pescaito frito, papas aliñás y churros con chocolate (cuando estén disponibles); bebidas alcohólicas para adultos; agua; y todas las paradas están organizadas para que solo llegues con hambre y dejes que alguien más pida por ti.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?