Navega la costa de Barcelona al caer la tarde, disfruta de tapas españolas y bebidas de barra libre mientras los monumentos se bañan en luz dorada. Con un patrón local que te guía desde la playa de Nova Icària hasta la silueta de la Sagrada Família, tendrás tiempo para reír, picar o simplemente contemplar cómo cambia el skyline—una experiencia que se queda contigo mucho después de atracar.
“¿Ves esa curva?” nos preguntó Jordi, nuestro patrón, señalando más allá de la barandilla hacia el Hotel W. “Ahí es donde el viento se vuelve travieso.” Sonrió, y pude oler la sal en su chaqueta; estaba claro que había hecho esto mil veces. Zarpamos desde la playa de Nova Icària justo cuando el cielo empezó a teñirse de ese naranja suave que solo Barcelona guarda para sí. El barco se mecía con calma y alguien detrás de mí soltó una risa cuando una gaviota se lanzó demasiado cerca de nuestras tapas.
No esperaba sentirme tan lejos de la ciudad tan rápido: un minuto esquivando bicis en la Barceloneta y al siguiente, solo agua y horizonte. Jordi repartió pequeños platos: manchego con anchoas (salado, pero delicioso), tortilla española aún tibia, y lonchas de jamón ibérico que sabían casi dulces tras un sorbo de cava. Había barra libre, pero la verdad es que casi siempre me quedé con la cerveza fría. La brisa era más fresca de lo que imaginaba, así que mejor llevar una chaqueta ligera. Alguien intentó decir “gràcies” como un local y Jordi solo negó con la cabeza riendo.
Lo mejor fue cuando pasamos junto a la Sagrada Família en silueta; por un instante, sus torres parecían cera derritiéndose en el crepúsculo. Me quedé mirando Montjuïc a lo lejos, pensando en cuántas historias empiezan o terminan justo aquí, en estas aguas. No sé por qué, pero seguía tocando la barandilla de madera; era suave y fresca bajo la palma. Durante un rato no hablamos mucho, solo escuchamos las olas golpear el casco y vimos cómo Barcelona se iluminaba ventana a ventana. Me quedé con ganas de darme un baño, pero será para la próxima.
No, no incluye recogida; los participantes se reúnen en el puerto de la playa de Nova Icària.
Cada persona recibe tres tapas españolas: jamón ibérico, tortilla española, manchego con anchoas, además de hummus con palitos de pan.
Sí, hay barra libre con bebidas alcohólicas y refrescos incluidos.
El grupo máximo es de 11 personas por salida.
Sí, pueden ir bebés y niños; se permiten cochecitos a bordo.
Sí, puedes nadar si llevas bañador y toalla.
Verás la Sagrada Família, el Hotel W, la montaña de Montjuïc, la Torre Glòries, las playas de la Barceloneta y otros puntos emblemáticos de la ciudad desde el mar.
Tu velada incluye navegación por la costa de Barcelona con un patrón profesional; cada invitado disfruta de tres tapas españolas (como jamón ibérico y manchego con anchoas), snacks como hummus con palitos de pan, y barra libre de bebidas alcohólicas y refrescos, todo mientras pasas por lugares icónicos antes de regresar a tierra.
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