Camina por las calles de Baeza, Patrimonio de la Humanidad, con un guía local que revive historias del Renacimiento, entra en su catedral (entrada incluida), disfruta de vistas infinitas de olivos y termina con una cata de aceite de oliva virgen extra que no olvidarás tras dejar Andalucía.
“Ahí solía sentarse Machado”, dijo nuestra guía señalando una ventana bañada por el sol en una antigua aula de Baeza. Apenas acababa de llegar desde Jaén y ya sentía que había entrado en un museo vivo, pero nada aburrido. Las calles aquí son de piedra dorada y susurran ecos; se oyen campanas de iglesia y a veces solo el viento entre los olivos. Empezamos en la Plaza del Pópulo, donde los leones de la fuente parecían más viejos que muchos países que he visitado. Un aroma tenue a pan recién horneado flotaba en el aire, mezclado con el olor fresco de la piedra tras la lluvia de la noche anterior.
Me quedaba atrás porque cada esquina tenía su propia historia — a nuestra guía (creo que se llamaba Carmen) no le importaba. Nos contó sobre antiguas carnicerías que ahora son oficinas municipales, y cómo la gente sigue reuniéndose en la Plaza de Santa María para las fiestas. Al entrar en la Catedral de Baeza (la entrada está incluida en el tour), el ambiente era fresco y tenue, con oro en cada rincón. Carmen nos mostró la Custodia del Corpus Christi — no soy muy fan del arte religioso, pero la forma en que lo explicó me hizo detenerme y mirar más tiempo del que esperaba. Hubo un momento de silencio total; hasta los niños del grupo se callaron.
Tras pasear por palacios y contemplar esa vista sobre el valle del Guadalquivir (ese “mar de olivos” parece no tener fin), terminamos cerca del centro para una cata de aceite de oliva virgen extra. La experta sirvió pequeñas gotas de color verde dorado y explicó la diferencia entre la primera cosecha y la normal — intenté pronunciar “picual” bien, pero me equivoqué y todos se rieron, lo que alivió la atmósfera después de tanta historia. El aceite tenía un sabor herbáceo y picante, casi con un toque de especias al final. Aún recuerdo ese sabor cuando cocino en casa.
El paseo dura más de dos horas recorriendo el centro histórico de Baeza.
Sí, la entrada a la Catedral está incluida en el precio final del tour.
La cata incluye aceites de primera cosecha explicados por un especialista.
No, los grupos suelen ser reducidos y se usan sistemas de radio para que todos escuchen bien.
Sí, todas las zonas son accesibles para sillas de ruedas y se admiten carritos de bebé.
El recorrido es en Baeza; los viajeros deben llegar por su cuenta.
Sí, entrarás en varios edificios importantes del centro histórico durante la caminata guiada.
Tu experiencia incluye un tour guiado a pie por el centro histórico de Baeza con entradas a los principales monumentos, incluida la Catedral (valorada en 7 €), y una cata de aceite de oliva virgen extra de primera cosecha guiada por un experto local para cerrar la visita.
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