Prueba tamales dulces en el animado mercado de Nahuizalco, disfruta café recién tostado en la finca Entre Nubes en Apaneca, pasea por las plazas tranquilas de Juayúa y las calles llenas de murales de Ataco, todo con transporte privado y un guía local que conoce cada atajo y historia de la Ruta de Las Flores.
Lo primero que noté fue el murmullo suave de las voces: el mercado de Nahuizalco despertando poco a poco. No era el bullicio típico de turistas, sino familias escogiendo tomates y riendo entre canastas. Nuestro guía, Carlos, nos señaló un puesto donde una mujer me entregó algo envuelto en hoja de plátano. “Tamal de elote”, dijo. Maíz dulce, aún caliente. Me quemé un poco la lengua, pero no me importó; estaba delicioso. El aire olía a humo de leña y fruta, difícil de describir, pero sabes que es así cuando estás ahí.
Después subimos por las montañas de Apaneca, con nubes colgando sobre la carretera como si alguien se hubiera olvidado de correr las cortinas. Juayúa estaba más tranquila de lo que esperaba, salvo por la plaza donde los niños perseguían palomas y los viejos jugaban dominó bajo un árbol. La iglesia de El Cristo Negro se sentía fresca por dentro, casi húmeda. Carlos nos contó su historia, pero yo no podía dejar de mirar la luz que entraba por los vitrales, rayas azules y doradas reflejándose en mis zapatos.
No creí que el café me fuera a importar tanto, pero en la finca Entre Nubes juro que ya no veré mi taza matutina igual. Los granos se sentían ásperos en las manos antes de tostarlos, casi polvorientos, y de repente todo olía intenso y fuerte cuando comenzaron a molerlos. Probamos una tacita cada uno (sin azúcar). Li se rió cuando intenté pronunciar “Apaneca” bien; seguro lo arruiné.
Ataco fue la última parada: casas pintadas de todos los colores que puedas imaginar, murales por doquier. Algunos nuevos, otros descascarados en las esquinas dejando ver capas antiguas. Las tiendas de souvenirs se desbordaban a la calle, pero lo que más me quedó fue ver a dos mujeres pintando un muro juntas, conversando bajito en español mientras los demás pasaban como si nada. Quizás por eso sigo recordando esta excursión desde San Salvador: se sintió auténtica, no preparada para fotos ni nada por el estilo.
Es un tour de día completo que recorre cuatro pueblos en la cordillera de Apaneca.
Sí, el transporte privado incluye recogida en tu hotel.
Sí, hay una parada en la finca Entre Nubes para un tour y degustación de café.
Se recorren Nahuizalco, Juayúa, Apaneca (finca de café) y Ataco.
No se incluye almuerzo, pero hay festivales gastronómicos y mercados donde puedes comprar platos locales.
Todos los costos de entradas e impuestos están incluidos en la reserva.
Sí, pueden participar bebés; se permiten cochecitos y los bebés pueden ir en el regazo de un adulto.
Tu día incluye transporte privado con recogida en tu hotel, todas las entradas e impuestos cubiertos durante la ruta por Nahuizalco, Juayúa, el tour y degustación en la finca de café Entre Nubes en Apaneca, además de tiempo para explorar las coloridas calles de Ataco antes de regresar con aire acondicionado.
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