Si quieres capturar el verdadero espíritu de Istria —desde pueblos medievales en las colinas hasta puertos llenos de color y antiguas ruinas romanas— esta excursión lo abarca todo con la mirada local y muchas paradas para fotografiar.
Motovun apareció ante nosotros mientras subíamos por la estrecha carretera, con la niebla matutina aún aferrada al valle de abajo. Las antiguas murallas de piedra brillaban casi doradas con la luz temprana. Nuestro guía, Luka, señaló una pequeña panadería junto a la puerta; se podía oler el pan recién hecho incluso antes de entrar. Pasamos un buen rato recorriendo las murallas, capturando imágenes de los tejados de tejas y los viñedos que parecían extenderse hasta el infinito. No cuesta entender por qué este pueblo en la cima de la colina fue tan importante hace siglos: cada rincón parecía una postal.
Más tarde, en Rovinj, el aire cambió: salado y con un toque fresco del mar. Las casas aquí están justo al borde del agua, con la pintura desgastada en algunos lugares, lo que les da un encanto especial. Paseamos por callejuelas empedradas donde los gatos descansaban en las puertas y la ropa tendida ondeaba sobre nuestras cabezas. Subir hasta la iglesia de Santa Eufemia requirió esfuerzo (esos escalones no son broma), pero estar en ese mirador con vistas a los tejados rojos y el azul del Adriático valió cada respiro. Si te animas, puedes subir al campanario, el más alto de Istria, para disfrutar de vistas aún más amplias.
Pula se sentía diferente: más animada, con el sonido de los astilleros mezclado con las gaviotas sobre nuestras cabezas. El anfiteatro romano está justo en el centro, es enorme pero de alguna manera se integra en la vida diaria. Luka nos contó historias sobre gladiadores y cómo la gente se reunía para los espectáculos hace siglos. Mientras explorábamos su interior, la luz del sol se colaba entre los arcos antiguos, un lugar perfecto para fotos dramáticas si lo pillas en el momento justo. Al final de la tarde, las sombras se alargaban sobre el suelo de la arena y casi podías imaginar cómo era todo en aquella época.
¡Por supuesto! El guía adapta los consejos para todos los niveles, ya sea que estés empezando o tengas experiencia tras la cámara.
Se camina bastante por terrenos irregulares y algunas calles empinadas, especialmente en Motovun y Rovinj. Un nivel de forma física moderado ayuda.
Recomiendo llevar ropa por capas: puede hacer fresco en Motovun por la mañana, pero luego más calor en la costa. Un calzado cómodo es imprescindible.
No incluye comidas, pero habrá tiempo para tomar algo o almorzar en lugares locales durante el recorrido.
Esta excursión de día completo incluye recogida y regreso a tu hotel en Zagreb, transporte privado para tu grupo pequeño (hasta siete personas) y un fotógrafo profesional como guía durante los puntos más destacados de Istria.
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