Sube a bordo en Medulin para un crucero al atardecer buscando delfines cerca de Kamenjak y el faro Porer. Disfruta de una cena en la cubierta — pescado, carne o vegetariana — con bebidas incluidas, mientras suena música y el cielo cambia de colores. Hay algo mágico en ver delfines en su mundo mientras vuelves bajo la luz que se apaga.
No tenía muy claro qué esperar cuando subimos al Sandra en el puerto de Medulin — solo recuerdo el aire salado y que alguien me ofreció una bebida fría al instante. Nuestro guía, Marko, sonrió y nos dijo que estuviéramos atentos por si veíamos delfines, pero “que no se enfadaran si estaban tímidos”. El barco ya sonaba con música (una playlist sencilla), y unos niños ya bailaban antes de zarpar.
Al principio solo navegamos despacio junto a unas islas pequeñas — el archipiélago de Medulin, nos explicó Marko — con el cielo empezando a teñirse de ese dorado-rosado tan especial que solo se ve junto al mar. Soplabla una brisa que traía olor a ensalada de col desde la cocina (no me quejo). Pasamos bordeando Kamenjak, con acantilados a un lado y el Adriático abierto al otro. La gente señalaba medusas en el agua; intenté sacarles foto pero no tuve suerte. Lo típico.
De repente alguien gritó “¡delfines!” y todos nos lanzamos a un lado del barco (que se inclinó lo justo para hacerte reír nervioso). Los vimos — no tan cerca para tocarlos ni nada espectacular, pero ahí estaban, asomando en parejas contra el atardecer. Creo que por un momento me olvidé de la cena. Marko nos contó sobre el faro Porer mientras pasábamos; lleva alertando a los marineros desde la época austrohúngara. Bromeó que si parpadeabas te lo perdías — y no iba desencaminado.
La cena llegó justo después: para mí, un filete de atún (aún caliente), pan ciabatta que sabía mejor de lo que parecía, y vino que entraba solo. Algunos volvieron a bailar; otros se apoyaron en la barandilla mirando cómo la luz se desvanecía sobre Kamenjak. Cuando regresamos hacia Medulin sobre las 20:30, nadie tenía prisa. A veces sigo pensando en esos delfines — en cómo todos nos quedamos en silencio al verlos, como conteniendo la respiración juntos.
El tour dura aproximadamente 3 horas en total.
Sí, se sirve cena a bordo con opciones de pescado, carne o vegetariana, además de ensalada y pan.
Incluye todas las bebidas: vino, cerveza, refrescos, agua y schnaps.
Hay un 85% de probabilidad de ver delfines, aunque no está garantizado.
No, el embarque es en el puerto de Medulin, no se menciona recogida en hoteles.
Sí, los niños son bienvenidos y los bebés pueden ir en cochecito o en brazos.
Sí, el barco está adaptado para sillas de ruedas.
El barco regresa alrededor de las 20:30 (8:30 pm).
Tu noche incluye embarque en el puerto de Medulin con bebida de bienvenida, un crucero tranquilo bordeando Kamenjak y el faro Porer mientras buscas delfines con un guía local, además de una cena a bordo — elige entre pescado, filete de atún, carne o vegetariano — acompañada de ensalada de col y pan ciabatta. Todas las bebidas están incluidas durante el trayecto antes de volver a Medulin al final de la noche.
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