Cabalgas con caballos dóciles por la auténtica selva costarricense, guiado por locales que reconocen cada canto de ave y sendero escondido. Luego cambias de ritmo con un paseo en barco por el río Tárcoles—viendo cocodrilos tomando el sol y guacamayas rojas contrastando con el verde. Si buscas una forma sencilla de descubrir la fauna de la selva y el río en un solo día desde tu parada de crucero, esta es la opción.
El aire se sentía denso y dulce mientras dejábamos atrás el puerto del crucero, con las ventanas apenas bajadas para captar el aroma de la tierra mojada. Nuestro guía, Luis, señalaba pequeños puestos de frutas al borde del camino—mangos apilados, algunos perros dormitando a la sombra. Al llegar al rancho cerca de Playa Herradura, ya se escuchaban los cantos de aves desde lo profundo de los árboles.
Montar a caballo fue sencillo—estos caballos conocen bien el camino. El sendero serpenteaba entre un verde espeso, con rayos de sol filtrándose entre hojas gigantes. En un momento, Luis nos detuvo para mostrar una fila de hormigas cortadoras de hojas cargando pedazos de selva frente a nosotros. Pasamos junto a un arroyo fresco donde podías mojar las manos si querías; yo lo hice, y el agua estaba helada a pesar del calor. Los guías realmente sabían lo que hacían—nombro plantas que nunca había visto y nos mostró un perezoso escondido en lo alto de un árbol de cecropia.
Después de unas dos horas a caballo, volvimos a la van para un corto viaje hasta el río Tárcoles. El paseo en barco fue otra experiencia—silencioso salvo por el motor y el chapoteo de garzas pescando en las orillas fangosas. Cocodrilos descansaban en bancos de arena como si fueran dueños del lugar (y probablemente lo son). Nuestro capitán bajó la velocidad para que pudiéramos tomar fotos y señaló guacamayas rojas volando sobre nosotros. Todo se sentía salvaje pero seguro al mismo tiempo.
La cabalgata es tranquila y los guías ayudan a que todos se sientan cómodos, incluso si nunca has montado. Los niños pueden participar, pero deben poder sentarse seguros en su propio caballo o en el regazo.
Pasarás unas dos horas cabalgando por senderos en la selva y luego alrededor de una hora navegando por el río Tárcoles en busca de fauna.
Probablemente veas cocodrilos, monos, iguanas, muchas aves (como guacamayas), ¡y si tienes suerte, hasta un perezoso!
Sí, esta excursión está diseñada exclusivamente para quienes llegan en crucero al puerto de Puntarenas.
Tu día incluye cabalgata guiada (unas 2 horas), un tour en barco de 1 hora por el río Tárcoles con muchas oportunidades para ver fauna, agua embotellada para mantenerte fresco, transporte ida y vuelta en vans con aire acondicionado desde tu barco, además de tiempo para comprar recuerdos si quieres. Los guías locales te acompañan en todo momento—solo trae calzado cómodo y mucha curiosidad.
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