Caminarás por senderos sombreados acompañado de un guía experto que conoce cada canto y plumaje. Descubre aves raras, disfruta de bocados frescos y contempla el Volcán Arenal, todo sin prisas ni multitudes.
El aire estaba fresco y un poco húmedo cuando salimos temprano, una de esas mañanas en las que puedes escuchar los llamados lejanos antes de siquiera ver los árboles. Nuestro guía, Luis, me pasó el telescopio y señaló un destello de color en el dosel. Resultó ser un tucán pico de quilla, disfrutando tranquilamente de unas frutas. Hasta entonces, solo los había visto en libros.
Avanzamos despacio por los senderos del Parque Natural Mundo Aventura, con los ojos bien atentos a cualquier movimiento. De vez en cuando, Luis se detenía y susurraba algo sobre un zorzal pardo o un momoto escondido cerca. El grupo era pequeño, solo seis personas, así que nunca se sintió abarrotado. En un momento, vimos un diminuto colibrí suspendido sobre flores silvestres; sus alas emitían un suave zumbido que casi se confundía con la brisa matutina.
Podrías avistar hasta 250 especies diferentes, aproximadamente la mitad de todas las aves que habitan Costa Rica, según la temporada y la suerte del día.
¡Sí! El guía explica todo con claridad y te ayuda a usar el telescopio. No se necesita experiencia, solo curiosidad.
Los niños son bienvenidos si tienen más de 4 años y están acompañados por dos adultos que paguen. No se recomienda para menores debido a la duración y al silencio requerido.
Zapatos cómodos, protector solar y quizá una chaqueta ligera si está nublado. Los binoculares son útiles pero no obligatorios; el guía proporciona un telescopio profesional.
El traslado desde y hacia tu hotel está incluido, además de agua embotellada, bocadillos y un desayuno ligero para mantenerte con energía. Viajarás en una minivan con aire acondicionado y Wi-Fi, acompañado por un especialista en avistamiento de aves que trae un telescopio profesional para vistas detalladas.
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